Estas tres embajadoras hispanoamericanas pusieron a rezar por la paz a sus colegas en el Vaticano
¿Qué pueden hacer los embajadores por la paz en el mundo? A veces, poco más que rezar.
El pasado sábado 27 de mayo por la tarde, embajadores de distintos países hispanoamericanos rezaron juntos el Rosario, paseando por los jardines vaticanos, con el arzobispo Robert Prevost presidiendo la oración. Prevost es un agustino norteamericano que ha sido obispo en Perú muchos años, y desde hace unos meses es el presidente de la Pontificia Comisión para América Latina (CAL).
La iniciativa de oración surgió de tres embajadoras ante la Santa Sede:
- Alicia de Jesús Vega Crespo, embajadora de Ecuador;
- Miroslava Rosas Vargas, embajadora de Panamá, la decana de los embajadores hispanos;
- y María Leticia Casati, embajadora de Paraguay y coordinadora actual del Grulac (grupo de embajadores de América Latina y Caribe ante la Santa Sede).
Rodeados de Vírgenes americanas
Fue una oración mariana en un entorno mariano, el "bastión de las Vírgenes" de los jardines vaticanos, entre estatuas de la Virgen María de distintas advocaciones. Hay allí imágenes de las advocaciones de Luján en Argentina, Copacabana en Bolivia, del Carmen en Chile, de Chiquinquirá en Colombia, de los Ángeles en Costa Rica, de la Caridad del Cobre en Cuba, del Quinche en Ecuador, Reina de la Paz en El Salvador, del Rosario en Guatemala, de Suyapa en Honduras, de Guadalupe en México, de la Purísima Inmaculada Concepción en Nicaragua, de Guadalupe en México, de La Antigua en Panamá, de Caacupé en Paraguay, del Carmen en Perú, de Alta Gracia en la República Dominicana, de los Treinta y Tres en Uruguay, de Coromoto en Venezuela.
El primer misterio se rezó en el Bastión de las Vírgenes, el segundo ante la Virgen Patrona de Panamá, Santa María de La Antigua, el tercer misterio ante la Virgen de Fátima, el cuarto y quinto misterio ante las imágenes de las vírgenes de Guadalupe y de Lourdes. Ante la advocación de Lourdes se dejó un arreglo floral.
Los textos y canciones los seleccionó Jafet Ortega, párroco de la Iglesia Santa Ana en el Vaticano, panameño y doctor en música sacra. No contaba con un gran coro clásico, pero sí con las voces y guitarras de algunos sacerdotes del Coro del Colegio Pío Latinoamericano. Algunos cantos eran originarios de Hispanoamérica, como la Guadalupana, mientras que otros eran cánticos internacionales.
Embajadores latinoamericanos rezan el Rosario por la paz en los Jardines Vaticanos en mayo de 2023.
Exhortaciones en cada misterio
La embajadora de Panamá pidió que cada Ave María sea "una flor ofrecida hasta el cielo para demostrarle a la Santísima Virgen nuestro amor filial y nuestro deseo de imitar sus virtudes", obedeciendo el mandato de la Virgen: "Hagan lo que Jesús les diga".
La embajadora de Paraguay recordó que la Virgen María creyó firmemente en las palabras de Jesús y que su maternidad espiritual anima en una misma fe a sus hijos en el Nuevo Mundo americano.
La embajadora de Ecuador recordó que Jesús, desde el Cielo, prepara a los hombres unas mansiones eternas, con la Virgen acompañándolos, también en el continente americano.
Bruno Lins, el vicejefe de protocolo de la Secretaría de Estado, recordó que "en Fátima la Virgen manifestó la necesidad de hacer penitencia y oración por la conversión de los pecadores y la paz en el mundo".
Ante la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, el padre Massimo Cassola invocó a Virgen de Guadalupe como patrona común de los pueblos de América, para que se dejen "guiar por esta Madre y obtengan por su intercesión la pacífica convivencia y la misericordia de Dios".
Embajadores latinoamericanos, e invitados, ante la recreación de la gruta de Lourdes en los Jardines Vaticanos.
Ante la reproducción vaticana de la gruta de Lourdes, el padre Jafet Ortega constató que la Virgen consuela a los enfermos y acompaña en la conversión a muchos. "El Señor no niega nada de lo que ella le pida para bien de nosotros y para nuestra salvación. Así es que por eso rezamos este Rosario y la ponemos a ella como nuestra intercesora y mediatriz", dijo.
El arzobispo Prevost agradeció poder "reflexionar sobre la creación, sobre la casa común, una oportunidad para unirnos en este mes de mayo, mes de nuestra Madre María, rezando Rosario, pidiendo al Señor, pidiendo la intercesión de la Virgen María por la paz en el mundo y por tantas bendiciones más".