El franciscanismo de la Toscana
Benedicto XVI estrenará este domingo como Papa lugares que le inspiraron como cardenal
Arezzo, La Verna y San Sepolcro serán las etapas de una visita en la que venerará el Santo Volto y la sangre de San Francisco de Asís.
Este domingo 13 de mayo, aniversario de las apariciones de la Virgen en Fátima, lo pasará Benedicto XVI en la región italiana de la Toscana, en concreto en Arezzo, La Verna y Sansepolcro. Es la primera vez que se desplaza como Papa a una zona que frecuentó como cardenal, como amante de las bellezas artísticas y paisajísticas de un enclave marcado por la espiritualidad franciscana.
El semanario regional Toscana Oggi recogió de hecho, al poco de su elección como Sumo Pontífice, el testimonio de las clarisas de Rosano, quienes le hospedaron con frecuencia en su etapa como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
En 1985, cuando llevaba cuatro años en el dicasterio que le hizo célebre, estuvo en su convento para la profesión religiosa de una novicia, y regresó varias veces, normalmente en la fiesta del Corpus Christi. También celebró allí en 2001 el quincuagésimo aniversario de su ordenación sacerdotal
"En sus visitas", contaron las monjas, "iba acompañado de su secretario de entonces, monseñor Josef Clemens, y de Alfredo, su chófer de confianza. Llegaba por la tarde del sábado y volvía a Roma el domingo por la tarde. Al atardecer le gustaba dar un largo paseo a una colina o por las cercanías del monasterio".
Según cuenta este domingo Mario Ponzi en L´Osservatore Romano, también en La Verna estuvo dos días en septiembre de 1988 reflexionando con los frailes sobre la espiritualidad de San Francisco y San Buenaventura. Este carácter netamente franciscano de la visita quedará remarcado a primera hora de la tarde, donde hará la procesión de la sangre del Pobrecillo de Asís, recogida en un paño de lino que llevaba en el costado, hasta la capilla donde recibió los estigmas.
El viaje comienza a las 9.00 en Arezzo, antigua localidad medieval donde un tiempo se hallaba la ciudad etrusca. Llegará en helicóptero y un breve trayecto en automóvil le conducirá hasta el parque del Prato, un vasto terreno capaz de acoger al menos a treinta mil personas, donde Pontífice celebrará la misa con todos los obispos de la región. Luego, antes de comer con los obispos de la Toscana, rendirá homenaje en la catedral a San Donato, patrono de la ciudad.
En el último acto de la jornada se unirá en Sansepolcro a los festejos del milenario de la fundación de la ciudad, nacida por iniciativa de los dos santos peregrinos Arcano y Egidio, que volvían de Tierra Santa, y célebre por haber nacido en ella el pintor Piero della Francesca. En la concatedral dedicada a San Juan Evangelista hará oración ante el artístico crucifijo de madera conocido y venerado como el Santo Volto [el Rostro Santo]. Inmediatamente después, en la plaza della Torre de Berta se encontrará con la gente de la zona, antes de regresar a Roma.
El semanario regional Toscana Oggi recogió de hecho, al poco de su elección como Sumo Pontífice, el testimonio de las clarisas de Rosano, quienes le hospedaron con frecuencia en su etapa como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
En 1985, cuando llevaba cuatro años en el dicasterio que le hizo célebre, estuvo en su convento para la profesión religiosa de una novicia, y regresó varias veces, normalmente en la fiesta del Corpus Christi. También celebró allí en 2001 el quincuagésimo aniversario de su ordenación sacerdotal
"En sus visitas", contaron las monjas, "iba acompañado de su secretario de entonces, monseñor Josef Clemens, y de Alfredo, su chófer de confianza. Llegaba por la tarde del sábado y volvía a Roma el domingo por la tarde. Al atardecer le gustaba dar un largo paseo a una colina o por las cercanías del monasterio".
Según cuenta este domingo Mario Ponzi en L´Osservatore Romano, también en La Verna estuvo dos días en septiembre de 1988 reflexionando con los frailes sobre la espiritualidad de San Francisco y San Buenaventura. Este carácter netamente franciscano de la visita quedará remarcado a primera hora de la tarde, donde hará la procesión de la sangre del Pobrecillo de Asís, recogida en un paño de lino que llevaba en el costado, hasta la capilla donde recibió los estigmas.
El viaje comienza a las 9.00 en Arezzo, antigua localidad medieval donde un tiempo se hallaba la ciudad etrusca. Llegará en helicóptero y un breve trayecto en automóvil le conducirá hasta el parque del Prato, un vasto terreno capaz de acoger al menos a treinta mil personas, donde Pontífice celebrará la misa con todos los obispos de la región. Luego, antes de comer con los obispos de la Toscana, rendirá homenaje en la catedral a San Donato, patrono de la ciudad.
En el último acto de la jornada se unirá en Sansepolcro a los festejos del milenario de la fundación de la ciudad, nacida por iniciativa de los dos santos peregrinos Arcano y Egidio, que volvían de Tierra Santa, y célebre por haber nacido en ella el pintor Piero della Francesca. En la concatedral dedicada a San Juan Evangelista hará oración ante el artístico crucifijo de madera conocido y venerado como el Santo Volto [el Rostro Santo]. Inmediatamente después, en la plaza della Torre de Berta se encontrará con la gente de la zona, antes de regresar a Roma.
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