«Recordar la bondad de Dios fortalece la esperanza»

"Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia". Así arranca el Salmo 136, que ha centrado la predicación de Benedicto XVI en la tradición audiencia general de los miércoles: "En él se resume toda la historia de la salvación", dijo el Papa, y "recordar la bondad de Dios fortalece la esperanza".

Cerca de quince mil personas escucharon en la Plaza de San Pedro unas palabras con las que el Santo Padre se planteó "cómo podemos convertir este salmo en una oración de nuestra vida".

Para ello, instó a "tener presente la creación de Dios", así como la historia del pueblo de Israel, en la cual "hay valles oscuros y pasajes de dificultad y muerte, pero Israel recuerda que Dios es bueno, y si puede sobrevivir a esos valles oscuros es porque recuerda y tiene memoria de la bondad de Dios y de su poder, y sabe que su misericordia es eterna".

"La salvación de Israel y de todos los hombres está ligada a la fidelidad del Señor y a Su memoria. Aunque el hombre olvida fácilmente, Dios se mantiene fiel", continuó Benedicto XVI: "Cada uno de nosotros, en la memoria de nuestra personal historia de la salvación, puede experimentar las grandes cosas que Dios ha hecho en nuestra vida. Aunque hoy estemos en una noche oscura, mañana Dios nos libera, porque su misericordia es eterna".