La edad no es obstáculo
Del vudú al glamour, el programa de viajes del Papa para los próximos años se va cerrando
En «Luz del Mundo», Benedicto XVI no descarta la hipótesis de que una dimisión si le fallan las fuerzas. Pero no es el caso.
Tendrá 84 y 85 años en 2011 y 2012, pero el Papa no va a detener por eso su labor lejos del Vaticano. Aunque en su reciente libro-entrevista con Peter Seewald, Luz en el Mundo, afirmaba que un Papa «tiene el derecho y, en ciertas circunstancias, también el deber de renunciar» si «llega a reconocer con claridad que física, psíquica y mentalmente no puede ya con el encargo de su oficio», desde luego por ahora Benedicto XVI no se ve en ese caso, y su agenda sigue programando viajes apostólicos.
Para el año que viene están confirmados desplazamientos a Croacia, Alemania, España (a Madrid, para la Jornada Mundial de la Juventud en agosto) y Benin.
Este último lo llevará cabo con motivo del 150º aniversario de la evangelización del país, donde las religiones tradicionales, y en particular el vudú, continúan manteniendo un gran predicamento entre la población. De hecho, el vudú es allí religión oficial desde 1996. Juan Pablo II ya visitó Benin en 1982, y de allí era el cardenal Bernardin Gantin (1922-2008), un hombre clave en el pontificado de Karol Wojtyla que llegó a ser prefecto de la Congregación de Obispos.
También en 2011 querían recibir al Papa en el Principado de Mónaco. Allí Alberto contraerá matrimonio el 2 de julio con Charlene Wittstock, y la visita habría rematado un año redondo para él. Pero tendrá que esperar, aunque no mucho, porque el arzobispo de Mónaco, Bernard Barsi, ha recibido una carta de la Santa Sede declarando «factible» la presencia de Benedicto XVI en la glamourosa ciudad en 2012. Es siempre el primer paso antes de una confirmación oficial.
Y será una presencia significativa. Ningún Papa había visitado Mónaco desde el siglo XVI. Entre el Vaticano y Alberto hay una buena sintonía, y cuando el príncipe monegasco fue recibido allí el 16 de octubre de 2009, ambos señalaron su concordancia en «la importancia de la defensa de la vida en todas sus fases».
Para el año que viene están confirmados desplazamientos a Croacia, Alemania, España (a Madrid, para la Jornada Mundial de la Juventud en agosto) y Benin.
Este último lo llevará cabo con motivo del 150º aniversario de la evangelización del país, donde las religiones tradicionales, y en particular el vudú, continúan manteniendo un gran predicamento entre la población. De hecho, el vudú es allí religión oficial desde 1996. Juan Pablo II ya visitó Benin en 1982, y de allí era el cardenal Bernardin Gantin (1922-2008), un hombre clave en el pontificado de Karol Wojtyla que llegó a ser prefecto de la Congregación de Obispos.
También en 2011 querían recibir al Papa en el Principado de Mónaco. Allí Alberto contraerá matrimonio el 2 de julio con Charlene Wittstock, y la visita habría rematado un año redondo para él. Pero tendrá que esperar, aunque no mucho, porque el arzobispo de Mónaco, Bernard Barsi, ha recibido una carta de la Santa Sede declarando «factible» la presencia de Benedicto XVI en la glamourosa ciudad en 2012. Es siempre el primer paso antes de una confirmación oficial.
Y será una presencia significativa. Ningún Papa había visitado Mónaco desde el siglo XVI. Entre el Vaticano y Alberto hay una buena sintonía, y cuando el príncipe monegasco fue recibido allí el 16 de octubre de 2009, ambos señalaron su concordancia en «la importancia de la defensa de la vida en todas sus fases».
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