Ateo y desesperado, se le apareció su ángel de la guarda y le dijo «sígueme»: todo cambió en su vida
Javier Lozano | Madrid | 30 junio 2013
Primero fue una extraña aparición, luego descubrió la Eucaristía y más tarde el perdón. Del sinsentido, Sylvain Clement pasó a la fascinación por la Verdad.