Francisco instituye la memoria de Marta, María y Lázaro, y de tres santos doctores de la Iglesia
La Congregación para el Culto Divino, dirigida por el cardenal Sarah, ha publicado el decreto aprobado por Francisco en el que dispone que el 29 de julio se inscriba en el Calendario Romano General la memoria de Marta, María y Lazaro.
Tal y como recoge Culto Divino, “dicha memoria deberá aparecer con esta denominación en todos los Calendarios y Libros litúrgicos para la celebración de la Misa y la Liturgia de las Horas; las variaciones y añadidos que han de ser adoptados en los textos litúrgicos, adjuntos al presente decreto, deben ser traducidos, aprobados y, después de la confirmación de este Dicasterio, publicados por las Conferencias Episcopales”.
Esta medida pretende reconocer la importancia de estos tres hermanos en la vida de Jesús. El decreto afirma que “en la casa de Betania, el Señor Jesús experimentó el espíritu familiar y la amistad de Marta, María y Lázaro, y por eso el Evangelio de Juan afirma que los amaba. Marta le ofreció generosamente hospitalidad, María escuchó atentamente sus palabras y Lázaro salió rápidamente del sepulcro por mandato de Aquél que ha humillado a la muerte”.
San Juan de Ávila es el patrón del clero secular español
Por otro lado, en otro decreto de la misma Congregación para el Culto Divino, el Papa ha querido también inscribir en el Calendario Romano General con el grado de memoria ad libitum a tres grandes santos y doctores de la Iglesia:
-San Gregorio de Narek, abad y doctor de la Iglesia, el día 27 de febrero.
-San Juan De Ávila, presbítero y doctor de la Iglesia, el día 10 de mayo.
-Santa Hildegarda de Bingen, virgen y doctora de la Iglesia, el día 17 de septiembre.
Según el decreto, “la santidad se vincula con el conocimiento, que es experiencia del misterio de Jesucristo, indisolublemente unido al misterio de la Iglesia. Este vínculo entre santidad e inteligencia de las cosas divinas y también humanas, brilla de modo particular en aquellos que han sido adornados con el título de ‘doctor de la Iglesia’. De hecho, la sabiduría que caracteriza a estos varones y mujeres no les concierne solo a ellos, ya que, al convertirse en discípulos de la Sabiduría divina, se han convertido a su vez en maestros de sabiduría para toda la comunidad eclesial. Por este motivo, los santos y las santas ‘doctores’ son inscritos en el Calendario Romano General”.