«Escenografía masónica»: critican la peculiar organización del funeral de Estado «aconfesional»
Este jueves 16 de julio se celebró en España el funeral de Estado por las miles de víctimas del coronavirus, aunque no se dio en ningún momento la cifra total. No hubo ninguna referencia religiosa aunque así acudieron en nombre de la Iglesia Católica el cardenal Osoro, vicepresidente de la CEE, y Luis Argüello, secretario general.
En esta ocasión sí estuvieron presentes, y con protagonismo incluido, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el vicepresidente Pablo Iglesias, que pocos días antes se negaron a acudir a la misa funeral que se celebró en la catedral de la Almudena, a escasos metros de donde se celebró este “funeral laico”.
Sin embargo, este acto de Estado no ha estado exento de polémica pues ha llamado mucho la atención la “estética” y organización del acto, llegando a ser comparado por muchos en las redes sociales con un ritual masónico.
Los presentes conformaban un círculo y en el medio había un pebetero con una llama. Y así se realizó este funeral que además fue muy corto en duración.
En su columna en ABC, Ramón Perez Maura habla precisamente este viernes de una “escenografía de perfecta tenida masónica”.
“La escenografía de un funeral cristiano es insuperable: no en vano, la Iglesia lleva dos mil años practicándolo. Cuando se empeñan en borrar el sentido trascendente de la memoria de los muertos, se acaba haciendo un acto como el de ayer en la plaza de la Armería del Palacio Real de Madrid en el que la escenografía era de otra institución también muy antigua e internacional. La de ayer era la perfecta representación de una tenida que, para quien lo sepa, es una sesión de una logia masónica”, explica Pérez Maura.
De este modo, el columnista añade que “la cuidadísima escenografía no permitía engaños, pues cumplía estrictamente las reglas de hermandad iniciática: un cuadrado rodeado por un círculo dentro de otro cuadrado. El círculo estaba dividido en cuatro segmentos”.
“El pebetero en un cuadrado dentro de otro cuadrado y con flores verdes en las puntas de su base. Cuatro en la presidencia, cuatro oradores y aparte de las europeas, cuatro organizaciones internacionales: la ONU, la OTAN, la Organización Mundial de la Salud y la Organización Mundial del Turismo que nadie puede entender qué pintaba ahí salvo hacer otro «cuatro». Si estaba la de turismo no se entiende por qué no invitaron a la Organización Mundial de Aduanas o la del Movimiento Scout”, agrega este escritor.