Alfie, un nuevo Charlie Gard: los médicos piden quitar la custodia a los padres para desconectarlo

Alfie Evans, un bebé británico de 17 meses, se ha convertido en el nuevo caso “Charlie Gard”. Este niño lleva 12 meses ingresado en el hospital por una extraña enfermedad que le mantiene sedado. Sin embargo, sonríe, mueve los ojos y las extremidades.

A pesar de ello, el hospital de Liverpool en el que se encuentra ingresado ha ido a los tribunales para pedir la desconexión del niño y que así tenga una muerte “digna”, para lo que piden que retiren la custodia a los padres y así agilizar los trámites para su muerte.

De nuevo se justifica por "interés superior del niño"
Los médicos alegan que su “calidad de vida” no es tolerable pese que al igual que en el caso de Charlie, que dio la vuelta al mundo, médicos y hospitales de otros países se han ofrecido a diagnosticar y a tratar al pequeño Alfie.



Los padres de este niño, Tom y Kate, han iniciado una campaña mundial para lograr salvar a su hijo  y que no se permita que se les retire la patria potestad para que los médicos puedan desconectar a su hijo. La campaña ha encontrado ya un gran eco mediático y miles de personas les han mostrado su apoyo.

Desde el hospital se mantienen en su posición de no seguir tratando al niño y confían en que los tribunales buscarán “el interés superior del niño”, es decir, su muerte.

"Alfie sigue luchando"
Sus padres angustiados no entienden esta decisión pues “Alfie ha seguido luchando y muestra signos que los médicos no pueden explicar. Los niños discapacitados y enfermos merecen atención, no una muerte apresurada”.

Y por ello, recuerdan que “nosotros, sus padres, tenemos el derecho y la responsabilidad de tomar decisiones para salvarlo y trasladarlo a un hospital que respete esas decisiones”.



La Nuova Bussola Quotidiana ha entrevistado a una persona muy cercana a la familia y que les está acompañando en esta difícil situación. Esta persona no quiere mostrar su identidad para poder seguir actuando con mayor libertad en la causa de Alfie y asegura que al pequeño “quieren matarlo como le ocurrió a Charlie porque según ellos un niño así, aunque mejorase, es un minusválido que hay que eliminar: el hospital ha decidido que esta vida no tiene sentido, según el concepto que usan de ‘calidad de vida’. En pocas palabras, si no alcanza un nivel establecido subjetivamente, la vida debe ser eliminada”.

Sólo quieren que permitan al bebé ir a otro hospital
Además, denuncia que el “hospital se ha saltado varios pasos del proceso legal. Antes de recurrir a la Corte se prevé la mediación que debe intentar solucionar el conflicto usando todos los medios disponibles. El hospital no los ha puesto en práctica y ha mentido a la Corte culpando a los padres del fallo de la mediación”.

Lo peor de todo es que el hospital eligió como mediador a un activista miembro de una organización proeutanasia, “obviando la ley que dice que el mediador sea una figura imparcial escogida por ambas partes”.

Los padres no piden mucho, simplmente quieren que el centro hospitalario “deje que curen a Alfie en otro hospital europeo que ya se ha ofrecido a buscar un diagnóstico, que nunca se ha hecho, porque los médicos ingleses ya habían decidido hace meses que el pequeño debía morir, como habían pronosticado. Pero Alfie no muere”.