«Seréis como Dios» : el siniestro plan para trasplantar un útero a un trans y fecundarle in vitro
El primer hombre embarazado podría dejar de ser una quimera: el diario británico Mirror ha entrevistado al que pretende convertirse en el primer cirujano que trasplante un útero a un hombre biológico transexual para después fecundarle in vitro y tratar de gestar un hijo.
Se trata del cirujano plástico indio Narendra Kaushik, que dirige una clínica de reasignación de género en Nueva Delhi (India) especializada en cambios de sexo y cirugías a pacientes trans.
Kaushik detalla que la demanda de muchos de sus clientes trans es "ser lo más femeninos posibles", lo que incluye "ser madres". "El camino para lograrlo es mediante un trasplante de útero. Este es el futuro", afirma Kaushik, y confía en que "sucederá pronto".
El doctor se muestra optimista al respecto y detalla sus planes para llevarlo a cabo: los órganos se tomarán de una mujer fallecida a través de una histerectomía (extracción de útero) y se implantarán en el paciente de Kaushik.
"Nuestro objetivo es conseguir que vivan una vida lo más normal posible como una mujer, apuntamos al ideal estético", explica.
Narendra Kaushik, el cirujano plástico que pondrá en alto riesgo la vida de su paciente para trasplantarle un útero: el único precedente falleció a las pocas horas.
La comunidad médica, dividida: "No sería ético"
Las pretensiones de Kaushik han suscitado una gran división en la comunidad médica.
Richard Paulson, presidente de la Sociedad Estadounidense de Medicina Reproductiva, ya expresó respecto a esta idea que, de producirse con éxito el trasplante y el embarazo, "el nacimiento podría ocurrir solo por cesárea y no por parto natural", y el paciente "tendría que recibir hormonas para replicar los cambios ocurridos en una mujer durante el embarazo".
Robert Winston, uno de los mayores expertos médicos de Gran Bretaña, se refirió al tratamiento como "muy peligroso".
"Los problemas son enormes, sería una operación muy difícil", dijo. "Y no tienes un cuello uterino que funcione para permitir el canal de parto. El riesgo de muerte del paciente sería muy alto. Tanto por la operación para permitir el trasplante como por el embarazo. Sencillamente, no sería éticamente aceptable”, explicó.
En España, los responsables del Observatorio de Bioética de la Universidad Católica de Valencia Julio Tudela y Cristina Castillo, se refirieron a la noticia como "un atentado" contra la buena práxis médica.
"El útero no es un órgano aislado que pueda incluirse en un cuerpo masculino, sino que pertenece a un complejo sistema reproductor programado para la fecundación y la gestación que incluye estructuras anatómicas, fisiológicas y endocrinas de las que carece un cuerpo masculino. Las escasas probabilidades de que una intervención así pudiera prosperar ante el elevado riesgo que conlleva, no justifica en ningún caso su ejecución", comentaron.
Los postulados trans, contrarios al hombre
Del mismo modo, alertaron de "los postulados trans que pretenden revertir la naturaleza humana por resultar maleficentes", y aseguraron que "constituyen un atentado contra la buena praxis médica y el respeto a la dignidad humana por poner en riesgo de modo innecesario a pacientes sanos", como es el caso del futuro paciente de Narendra Kaushik, que se enfrentará a riesgos mortales obvios.
Los antecedentes no son alentadores. En el caso de trasplantes de mujeres a mujeres, el primero se realizó en Arabia Saudí en el años 2000. El segundo fue en Turquía, y el primero de Europa ocurrió en 2014. Desde entonces se han realizado más de 100 trasplantes con resultados positivos, entre los que se incluyen gestaciones y alumbramientos de nuevos bebés, informa el Observatorio de Bioética de la UCAV.
En octubre de 2020 tuvo lugar el primer trasplante de útero de una donante viva en España, mientras que el primero proveniente de una fallecida -como prevé hacerlo Kaushik- se realizó en Estados Unidos en 2017.
Sin embargo, solo hay un precedente de trasplante de útero a un hombre: tuvo lugar en 1931, cuando el transexual Lili Elbe recibió este órgano para tener hijos con su novio. Meses después, falleció como resultado de una infección.