Los protestantes alemanes publican una Biblia «progre»: llaman a Dios «la Eterna» y «Madre nuestra»
Claudia Janssen, la teóloga traductora, dirige un Centro de Género -LGBT, queer e intersexual, detalla- con un presupuesto anual de 218.000 euros
Una supuesta “Biblia en un lenguaje más justo” fue elaborada por un grupo de especialistas. Dios es llamado “El”, “Ella”, “El Eterno” y “La Eterna”.
También hay apóstolas y fariseas.
Se trata de una versión supuestamente políticamente correcta del Texto Sagrado, en la que Dios puede ser “la Eterna” y se habla de “nuestra Madre y nuestro Padre que están en los Cielos”.
El año pasado se había publicado una suerte de Biblia “del pueblo” (Volxsbibel), donde no se multiplican panes sino hamburguesas y Jesús habla con muletillas de adolescentes como “cool” o “fashion”.
La "Volx Bibel", en un lenguaje guay,
traduce que Cristo multiplicó las hamburguesas,
no los panes, para que se entienda "mejor"
La reciente Biblia en un lenguaje más justo (”Bibel in gerechterSprache”) es fruto de cinco años de trabajo de especialistas y teólogos de la Iglesia Evangélica alemana [pese al nombre, más que evangélicos en el sentido del resto de los países, son luteranos "progresistas", una plataforma de iglesias oficiales que, como la católica, se beneficia del peculiar impuesto religioso alemán. Nota de ReL].
Querían más “justicia de género y sensibilidad para el diálogo judeocristiano”. Cuarenta y dos mujeres y diez hombres tradujeron pasajes de la Biblia a partir del hebreo y del griego, adaptando las expresiones originales a una visión más “actual” de lo que representan Dios o el Espíritu Santo.
“Si usted como mujer quiere sentirse incluida en la Biblia, si usted ya no quiere llamar “Señor” a Dios, si usted quiere trabajar con una traducción que intenta ser justa con los géneros y renunciar a las interpretaciones anti-judaicas, ésta es su Biblia”, afirma el texto de promoción de la Biblia…, que ya agotó 20.000 ejemplares y va por la segunda edición.
Para el lector, lo más extraño es tal vez que el texto utiliza distintos términos para llamar a Dios: El, Ella, la Eterna, el Eterno, la Viviente, Adonai… Aparecen apóstolas, fariseas, diaconisas y profetisas. La nueva versión del Padrenuestro dice: “Tú, Dios, eres nuestro Padre y Madre en el Cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu mundo justo, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo…”.
La teóloga Claudia Janssen tradujo, por ejemplo, la Epístola de San Pablo a los romanos y en el capítulo 12 (912) dice (en una versión aproximada): “Ámense de corazón como hermanos y hermanas y supérense a ustedes mismos en este aspecto, demostrando respeto mutuo. No ahorren en entusiasmo, déjense encender por la fuerza del espíritu respetándose mutuamente y juéguense por la Viviente [donde debería poner: "Sean fervorosos en el Espíritu y sirvan al Señor"; nota de ReL]. Alégrense, porque tienen esperanza. Aguanten la necesidad y no dejen de rezar. Compartan lo que tienen con hermanas y hermanos santos”.
En este caso, aparece hermanas y hermanos (en alemán una sola palabra, Geschwister) y “la Viviente” (en alemán die Lebendige), en vez de “El Señor”. En otros pasajes se suplanta al Hijo por una palabra neutra en alemán (das Kind), que señala tanto al hijo varón como a la hija mujer.
Además, en vez de siervos, se habla de “trabajadores esclavos”, de “desocupados” y también de “esclavas sexuales”.
En una entrevista con la versión online de la revista Spiegel, la teóloga Janssen se defendió de quienes la acusan de tergiversar la historia queriendo “feminizar” la Roma patriarcal.
“Sólo escribimos la forma masculina cuando hay pruebas definitivas de que no había mujeres”, declaró Janssen. En el caso de las Cartas de San Pablo, asegura que el apóstol utiliza la expresión adelphoi, que puede referirse a hombres y mujeres. “San Pablo hace una lista de saludos y menciona los nombres de muchas mujeres.
“Que Pablo haya sido despectivo con las mujeres para mí no es un hecho histórico”, advierte Janssen. Y explica que llamar a Dios “la Viviente” no es una contradicción, porque San Pablo no pensaba en Dios como hombre sino que simplemente lo llamaba con palabras masculinas”.
También hay apóstolas y fariseas.
Se trata de una versión supuestamente políticamente correcta del Texto Sagrado, en la que Dios puede ser “la Eterna” y se habla de “nuestra Madre y nuestro Padre que están en los Cielos”.
El año pasado se había publicado una suerte de Biblia “del pueblo” (Volxsbibel), donde no se multiplican panes sino hamburguesas y Jesús habla con muletillas de adolescentes como “cool” o “fashion”.
La "Volx Bibel", en un lenguaje guay,
traduce que Cristo multiplicó las hamburguesas,
no los panes, para que se entienda "mejor"
La reciente Biblia en un lenguaje más justo (”Bibel in gerechterSprache”) es fruto de cinco años de trabajo de especialistas y teólogos de la Iglesia Evangélica alemana [pese al nombre, más que evangélicos en el sentido del resto de los países, son luteranos "progresistas", una plataforma de iglesias oficiales que, como la católica, se beneficia del peculiar impuesto religioso alemán. Nota de ReL].
Querían más “justicia de género y sensibilidad para el diálogo judeocristiano”. Cuarenta y dos mujeres y diez hombres tradujeron pasajes de la Biblia a partir del hebreo y del griego, adaptando las expresiones originales a una visión más “actual” de lo que representan Dios o el Espíritu Santo.
“Si usted como mujer quiere sentirse incluida en la Biblia, si usted ya no quiere llamar “Señor” a Dios, si usted quiere trabajar con una traducción que intenta ser justa con los géneros y renunciar a las interpretaciones anti-judaicas, ésta es su Biblia”, afirma el texto de promoción de la Biblia…, que ya agotó 20.000 ejemplares y va por la segunda edición.
Para el lector, lo más extraño es tal vez que el texto utiliza distintos términos para llamar a Dios: El, Ella, la Eterna, el Eterno, la Viviente, Adonai… Aparecen apóstolas, fariseas, diaconisas y profetisas. La nueva versión del Padrenuestro dice: “Tú, Dios, eres nuestro Padre y Madre en el Cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu mundo justo, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo…”.
La teóloga Claudia Janssen tradujo, por ejemplo, la Epístola de San Pablo a los romanos y en el capítulo 12 (912) dice (en una versión aproximada): “Ámense de corazón como hermanos y hermanas y supérense a ustedes mismos en este aspecto, demostrando respeto mutuo. No ahorren en entusiasmo, déjense encender por la fuerza del espíritu respetándose mutuamente y juéguense por la Viviente [donde debería poner: "Sean fervorosos en el Espíritu y sirvan al Señor"; nota de ReL]. Alégrense, porque tienen esperanza. Aguanten la necesidad y no dejen de rezar. Compartan lo que tienen con hermanas y hermanos santos”.
En este caso, aparece hermanas y hermanos (en alemán una sola palabra, Geschwister) y “la Viviente” (en alemán die Lebendige), en vez de “El Señor”. En otros pasajes se suplanta al Hijo por una palabra neutra en alemán (das Kind), que señala tanto al hijo varón como a la hija mujer.
Además, en vez de siervos, se habla de “trabajadores esclavos”, de “desocupados” y también de “esclavas sexuales”.
En una entrevista con la versión online de la revista Spiegel, la teóloga Janssen se defendió de quienes la acusan de tergiversar la historia queriendo “feminizar” la Roma patriarcal.
“Sólo escribimos la forma masculina cuando hay pruebas definitivas de que no había mujeres”, declaró Janssen. En el caso de las Cartas de San Pablo, asegura que el apóstol utiliza la expresión adelphoi, que puede referirse a hombres y mujeres. “San Pablo hace una lista de saludos y menciona los nombres de muchas mujeres.
“Que Pablo haya sido despectivo con las mujeres para mí no es un hecho histórico”, advierte Janssen. Y explica que llamar a Dios “la Viviente” no es una contradicción, porque San Pablo no pensaba en Dios como hombre sino que simplemente lo llamaba con palabras masculinas”.
"Lutero no se habría alegrado para nada con esta Biblia”, concluyó el prestigioso diario FrankfurterAllgemeine.
“Los protestantes se hicieron grandes porque no aceptaron todo lo que decía el Papa. Ya es hora de sacudir el polvo a la Biblia de Lutero”, consideró en cambio el diario Evangelische Sonntagszeitung.
“La pregunta es si esta Biblia quedará en divertimento académico o si será una Biblia popular que pueda sobrevivir junto a la de Lutero”, agrega el diario evangélico.
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