Una vez más, Colau viola el protocolo y censura la misa en el programa de fiestas de la Merced
Una vez más, el Ayuntamiento de Barcelona, gobernado por la formación populista de Ada Colau (que obtuvo el 20% de los votos en las últimas elecciones y gobierna en coalición con el Partido Socialista) reparte cientos de miles de panfletos invitando a los ciudadanos a los actos de las fiestas de la Virgen de la Merced pero ocultando no sólo toda simbología mariana, sino censurando un acto que por protocolo y normativa municipal debe figurar en el programa: la Misa de la Mercè, la ceremonia con la que nació la fiesta de la ciudad.
En el programa figuran cientos de conciertos, el repicar de campanas, el Pregón, el cortejo municipal, los bailes folclóricos, todo... menos la misa.
Colau lo hizo así ya en años anteriores, pese a que la Síndica de Greuges (equivalente a la Defensora del Pueblo en Cataluña) estableció que anunciar la misa forma parte del protocolo municipal, y así está reglado al menos desde 2010. Barcelona, durante los muchos años que estuvo gobernada por socialistas, nunca dejó de informar de la Misa de la Mercè y de hecho sus alcaldes acudían a ella. Hasta que llegó Colau...
La censura del Ayuntamiento de Colau a la misa ha causado una vez más la protesta y denuncia de la asociación E-Cristians.
La imagen de la Virgen de la Merced, copatrona de Barcelona desde hace 150 años, fuente de devoción desde hace 800, pasa ante la Generalitat de Cataluña
"E-Cristians ha venido insistiendo durante estos últimos años en la censura absurda que se produce, desde que Ada Colau es alcaldesa de Barcelona, de la Misa de la Mercè en el programa oficial de fiestas. Este año se ha vuelto a producir", denuncia en una carta el presidente de E-Cristians, Josep Miró i Ardèvol.
"Hay que recordar que la Síndica de Greuges de Barcelona, que respondió el 5 de julio de 2017 a la iniciativa de E-Cristians, confirmaba que efectivamente se trataba de una celebración, la de la Misa, protocolizada y por tanto una celebración que forma parte del programa oficial. Tanto es así, que el Plenario de febrero de 2010 aprobó el Protocolo Festivo de la Ciudad de Barcelona en el que, entre otras fiestas, señala como de particular importancia la de la Mercè y especificaba el detalle de la Misa", especifica la asociación.
"No son las únicas festividades que por protocolo el Ayuntamiento contempla, hay otras de carácter menor que afectan a distritos de la ciudad y a sus fiestas mayores u otras celebraciones. Concretamente en las fiestas protocolizadas de Barcelona, figura además de la de la Mercè, la del Guinardó, Hostafrancs, Poble-sec, Plaça Nova, Sagrada Familia, Sarrià, Les Corts y el barrio del Pi. En todas estas actividades, el Ayuntamiento tiene una presencia simbólica que recoge lo que son tradiciones de la ciudad. Pero para el gobierno municipal todo lo que responde a una tradición cristiana es motivo de censura, a la vez que incorpora a la agenda oficial de la alcaldesa celebraciones musulmanas. Estaría bien que también tuviera presente a los cristianos que en definitiva han configurado en una medida determinante la historia y la vida de la ciudad", añade el texto.
"El hecho de que en el nuevo mandato haya un gobierno de coalición no ha mejorado la situación. El PSC no ha hecho nada para remediar la censura contrariando así la práctica que empezaron ellos con Narcís Serra [alcalde socialista de Barcelona entre 1979 y 1982], y culminando con el citado pleno de 2010 en el que se dio forma jurídica a todo el conjunto de fiestas tradicionales. También cabe mencionar que, a pesar de su presencia muy minoritaria, pero no poco importante, la participación en el gobierno municipal de Units, un pequeño partido, que reclama la inspiración cristiana, no ha servido para resolver la discriminación de la celebración cristiana, porque, aunque está claro lo que se plantea, a menudo se quiere manipular".
Nada en la simbología de las fiestas de la patrona hace pensar en la Virgen de la Merced, liberadora de cautivos, venerada con esa advocación desde la Edad Media
"No se trata de si los concejales van o no a la Misa de la Mercè, esto es una cuestión de cada uno de ellos. Lo que se reclama es otra cosa: que la celebración más tradicional de todas figure en el programa oficial que informa de las actividades con motivo de la Fiesta Mayor de Barcelona, la de la Virgen de la Mercè", reclama la asociación.
Una tradición de siglos que ha dado frutos liberadores
El año pasado, 2018, se cumplieron 8 siglos exactos desde que la Virgen de la Merced se apareció en un sueño al Rey Jaime I, a San Pedro Nolasco y a San Ramón de Peñafort, impulsándolos a fundar la Orden de la Merced, que hoy cuentan con 500 sacerdotes y 700 hermanos que sirven a los pobres y cautivos de todo el mundo. No hay muchas ciudades que, como Barcelona, puedan presumir de ser cuna de una obra solidaria mundial continuada de 8 siglos.
La Merced es, además, patrona de los presos y cautivos de todo el mundo y patrona de muchos sitios de América y Filipinas, como Tucumán (Argentina), Valparaíso (Chile) o Quito y Guayaquil (Ecuador)
Hombres, mujeres, niños, presos, bebés de pecho...
la Virgen de la Merced vista por Vicente López Portaña
(pintado entre el 1798 y el 1803)
El año pasado también se cumplían 330 años desde que el Consejo de Ciento de Barcelona prometió a la Virgen de la Merced celebrar su fiesta cada año, agradecidos porque su intercesión libró a la ciudad de una plaga de langostas. Y se cumplían 150 años desde que el Papa Pío IX dictaminó que la fiesta sería el 24 de septiembre y que la Merced sería copatrona de Barcelona, junto con Santa Eulalia.
Nada de todo esto ha hecho que el ayuntamiento de Ada Colau se replantease su censura a la misa, que este año reitera, en coalición con el PSC.