Un experto belga describe la «sacralización» de la eutanasia y da varios avisos a países como España

El reciente suicidio de varios personajes famosos, como la diseñadora Kate Spade o el chef Anthony Bourdain, ha colocado en la primera línea informativa un fenómeno del que no se profundiza y al que las autoridades no han intentado poner freno de verdad.

El suicidio es ya en España la primera causa de muerte por causas externas. En 2016 hubo 3.569 suicidios consumados según las estadísticas, casi el doble que los muertos producidos por accidente de tráfico. Sin embargo, no existe ningún plan integral contra el suicidio y sí existen numerosas campañas y mecanismos para prevenir los accidentes de tráfico.

Sin embargo, la prioridad del Gobierno pasa por la eutanasia. Por ello médicos y especialistas en salud mental se preguntan si existe esos planes de prevención van a caer en el fondo de un cajón para apostar por una asistencia directa al suicidio. ¿Se pueden realizar planes para evitar suicidios cuando el propio Estado es el que los promociona?

Sobre este asunto relacionado con el suicidio, la eutanasia y la salud mental se ha debatido estos días en Reino Unido en un simposio organizado por el Centro de Bioética de Anscombe, el principal instituto católico de este tipo en el país.

La eutanasia preocupa mucho a los médicos y especialistas en salud mental, pues una ley que se creó para casos muy extremos está abriendo la mano a todo tipo de casos. En Holanda, y antes en Bélgica, ya se pueden someter a la eutanasia personas que padecen enfermedades mentales, y llegado al caso meramente afectivos.

La presión a los médicos contrarios a la eutanasia

Uno de los participantes en el simposio fue Willem Lemmens, profesor de Filosofía y Ética Moderna de la Universidad de Amberes (Bélgica), experto que conoce perfectamente las consecuencias de aprobar y aplicar una ley de la eutanasia.

En Bélgica la aceptación social de la eutanasia ha ido creciendo y la presión para los profesionales que se oponen es cada vez mayor. En una entrevista con Crux, este profesor habla del “clima moral” que se ha creado en Bélgica, sobre todo en el ámbito médico.

“Aquellos psiquiatras que se oponen a la aplicación demasiado amplia e indulgente de la ley son despreciados por ser inhumanos y por carecer de empatía con el sufrimiento ‘insoportable’. Entonces, el clima moral ha cambiado drásticamente, en el sentido de que la eutanasia es llamada por algunos un ‘derecho fundamental’ y la muerte una ‘solución terapéutica’.

Lemmens alerta de que en Bélgica, y allá donde se aprueba, “la eutanasia es sacralizada, por así decirlo, y cada crítica es considerada inhumana, inmoral. También existe una creciente desconfianza y cultura de ‘omertá’ entre los psiquiatras, algunos de los cuales prefieren no hablar sobre sus preocupaciones”.

La eutanasia, una opción para pacientes suicidas

Este experto avisa de cómo con el paso de los años, la eutanasia fue aprobada en Bélgica en 2002, las solicitudes de eutanasia en el ámbito psiquiátrico “se volvieron cada vez más ‘aceptables’ y comunes, a pesar de que a menudo se decía –también entre los médicos proeutanasia- que la ley estaba destinada a enfermedades terminales somáticas, no al sufrimiento mental causado por enfermedades psiquiátricas”.

Y en este punto añade un punto importante en todo este asunto: “el cambio en la cultura es profundo, porque la eutanasia se convierte en una opción para pacientes que son a menudo suicidas”.

El profesor de la Universidad de Amberes ofrece más datos que ocultan en España y otros países los defensores de la eutanasia. Recuerda que “los psiquiatras a menudo son presionados para ‘otorgar’ la eutanasia, a veces incluso por la familia del paciente”.

Pero además, están los especialistas que se convierten en cómplices. “Algunos psiquiatras, claramente una minoría, piensan que deben respetar a toda costa la autonomía del paciente, a pesar de que reconocen la dimensión subjetiva de una solicitud de eutanasia solamente por un sufrimiento mental y también la dificultad de determinar que no hay otras opciones de tratamiento”, explica Lemmens.

"Casos preocupantes" 

A todo ello se suman los abusos de la ley que se están produciendo en el país. Este experto en temas bioéticos habla de “casos preocupantes” y cita “testimonios de familias que testifican que un ser querido, que padece un trastorno mental, recibió la eutanasia sin el consentimiento de la familia o contra el consejo de ciertos médicos”.

Parte de esta situación preocupante, admite el profesor belga, es que “los mismos pacientes psiquiátricos buscan psiquiatras indulgentes. En nombre del ideal de autonomía, a los pacientes se les permite por ley guardar este secreto de sus familiares y amigos. No pocos psiquiatras están alertados por el hecho de que ‘perdieron’ a algunos de sus pacientes más vulnerables de esa manera”.

En su opinión, los psiquiatras, enfermeras, las familias y todos los ciudadanos en estos casos deben hablar de manera firme y calmada. Los políticos, agrega, deberían establecer la posibilidad de unas audiencias y entrevistas con expertos para mostrar estos casos de abusos. Y si en realidad no hay ningún abuso, como aseguran los defensores de la eutanasia, “¿por qué no hablar abiertamente y escuchar a las familias con traumas, los médicos, especialmente los psiquiatras, y otros expertos que sí están preocupados?”, se pregunta.

Consejos para países como España

Para casos como España, que está debatiendo una ley de estas características, Lemmens aconseja alzar la voz de manera digna y escuchar los testimonios y voces críticas provenientes de Bélgica y Holanda. A los médicos que se oponen  a la eutanasia les recuerda que “tienen detrás una tradición hipocrática de 2.000 años de antigüedad. Los médicos deben sanar, no matar a sus pacientes”.

“Es posible que al final la ideología de la autonomía y la autodeterminación se imponga y establezca cambios drásticos en la ley, como en Bélgica. Seguid diciendo lo que salió mal en Bélgica; mostrad que hay muchas voces críticas también en estos países. Si una sociedad deja espacio para la eutanasia, deben quedar médicos que testifiquen y demuestren que otra cultura médica es posible: un cuidado del sufrimiento mental, donde la eutanasia no es una opción terapéutica, porque en realidad significa el fin de toda terapia”, concluye el profesor de la Universidad de Amberes.

Para conocer más sobre este polémico asunto visite nuestra sección de Eutanasia