Jean, sacerdote del Congo: «Es necesario ver a los obispos sacrificarse, no sacrificar la verdad»
Jean Baptiste Cyaba es un sacerdote congoleño de la diócesis de Mbujimayi -al sur del país- que actualmente estudia Teología en la Universidad de Navarra, desde donde desea un "excelente viaje" al Papa a su país de orígen.
Entrevistado por CARF, considera que el viaje del Papa al Congo "puede servir para juntar y poner de acuerdo aquellos horizontes divergentes entre personas visiblemente opuestas", como sucede en los numerosos conflictos étnicos, económitos y religiosos que asolan el país especialmente en el este.
Considera, además, que por la "autoridad espiritual de referencia" que representa, Francisco tiene "medios espirituales eficaces para lograr la paz y el bienestar allí donde los medios humanos y materiales han fracasado". Este ha sido uno de los ejes centrales sobre los que el Papa ha elaborado los discursos y encuentros dados durante su estancia en el Congo, que finaliza este viernes.
"Su fama espiritual mundial, su autoridad en la opinión pública como el sucesor de san Pedro van a contribuir obviamente a la escucha y seguimiento de su mensaje por parte de todos", expresa confiado.
Cohesión y sacrificio, las demandas a los obispos
Preguntado por las necesidades de la Iglesia en el Congo, afirma que existe un deseo de "ver a los sucesores de los apóstoles vivir en verdadera cohesión frente a las cuestiones sociales que a menudo oponen la Iglesia al Estado en interés del pueblo congoleño".
El sacerdote amdmite que algunas de sus posiciones, "sobre todo las individuales, pierden su objetividad" al adoptar posturas al margen de los criterios evangélicos y eclesiales, "especialmente cuando se trata de política y de lo temporal".
"Es necesario verlos sacrificarse en lugar de sacrificar la verdad para promover sólo la verdad del Evangelio, que es la única que puede ofrecerse al pueblo de Dios, y a los políticos de cualquier horizonte, para que reine para siempre la realeza de Cristo", añade.
En cuanto a las necesidades de su diócesis, el sacerdote destaca en primer lugar la de mantener al clero y promover una formación cristiana de calidad entre los laicos.
"En nuestra diócesis cunde un sectarismo violento que rechaza en bloque las posiciones oficiales de la Iglesia solo para atraer a la masa mayoritariamente joven, con grandes dificultades para buscar la verdad por sí misma en los manuales autorizados de la Iglesia a los que no tienen alcance", expresa.
Formación, belleza y DSI
En este sentido, incide en la necesidad de erigir librerías diocesanas y fortalecer la editorial de los centros pastorales, bibliotecas y medios de comunicación "para que el mensaje evangélico sea escuchado mejor por todo el mundo".
Se refiere también a la urgencia de asistir a los más necesitados en sus sufrimientos materiales, pero especialmente espirituales "mediante el anuncio y la escucha de la palabra y charlas formativas que les ayuden a descubrir las oportunidades que les ofrecen sus ámbitos de vida con el fin de sacarles provecho y poder así vivir dignamente".
En tercer lugar menciona un aspecto olvidado al que concede no poca importancia, la de "mejorar el aspecto físico de algunas iglesias" para "revelar la belleza de la vida en Cristo".
Otro de los aspectos que están marcando el viaje del Papa Francisco son la necesidad de fomentar la paz y la reconciliación entre los múltiples conflictos activos en el este país y atropellos indiscriminados contra la población.
El papel de la Iglesia como mediadora en los conflictos debe estar guiado en su opinión por la puesta en valor de los principios de la Doctrina Social de la Iglesia, "muy conocidos por los sacerdotes y poco divulgados en el pueblo de Dios, incluso entre los gobernantes".
"La dignidad de la persona humana en cuanto criatura de Dios; la justicia social fundada en una justa repartición de los bienes materiales; la subsidiaridad, según la cual el más rico tiene que ayudar al pobre y el más fuerte tiene que sostener al débil, han de ser difundidos con mayor profundidad", subraya.
El modo de lograrlo, concluye, pasa por promover entre las regiones en conflicto al este del país "un diálogo basado en "los verdaderos valores" como "la verdad, la justicia, la caridad, la paz, dando claramente razón al que la tiene y aconsejando al que no la tiene una manera a vivir de una manera justa y solidaria".