Ciencia y fe unidas en un mismo personaje: Celestino Mutis, el cura botánico

Ver la cara de José Celestino Mutis dio alegría a millones de españoles durante muchos años: la imagen de este cura científico del siglo XVIII salía en los billetes rojos de 2.000 pesetas hasta que llegó el euro.

Aunque ya no está en nuestros bolsillos, no ha caído en el olvido. Menos aún en Nueva Granada, es decir, la actual Colombia, donde Mutis es considerado un gigante nacional.

Era cura, médico, astrónomo y matemático. Protagonizó la gran expedición botánica española de 1783 a 1816 en Colombia. El resultado fue un catálogo impresionante de plantas con 6.600 dibujos, de ellos, unos 3.000 en hermosas láminas coloreadas, conjuntando arte y ciencia de una forma única en la literatura científica. Riguroso en su trabajo, se carteó con los padres de la botánica mundial, Linneo y Von Humboldt, para comunicar sus innumerables hallazgos.

Una obra ingente
La enormidad de su obra botánica hace que a veces se olviden sus otros servicios a la ciencia y la comunidad.
Por ejemplo, en 1803 fundó el Observatorio Astronómico de Bogotá, adelantándose a los observatorios astronómicos de los jesuitas catalanes en La Habana y en Manila. También descubrió la variación nocturna del barómetro. Promotor de mejoras sociales, organizó la Sociedad Patriótica de Nueva Granada para el desarrollo agrícola, industrial y científico, y para la educación popular.

Desde 1946, españa y Colombia colaboran para editar en gran formato la «Flora Mutis», que suma 62 volúmenes, de los cuales ya se han publicado 36.

Otros precursores
Mutis no es el único religioso y científico. pueden recordarse figuras como las del jesuíta castellano José de Acosta (15391600), por su enciclopedia Historia Natural y Moral de las Indias, el primer libro impreso en Perú. Minerales, flora, fauna, vientos, corrientes marinas, volcanes y terremotos, observaciones magnéticas...nada escapó a sus rigurosas investigaciones de campo. Era evolucionista tres siglos antes que Darwin, al defender que la fauna americana descendía de la europea.

Por sus observaciones sobre la vida andina, a cuatro mil metros de altura, y sus efectos en el ser humano, algunos consideran a Acosta un precursos de la astronáutica.