25 años del atentado antijudío de la AMIA (85 muertos): «no es religión, es oscuridad», dice el Papa
El lunes 18 de julio de 1994 una bomba destruyó el edificio de la Asociación de Mutuales Israelitas Argentinas (AMIA), en la calle Pasteur, 633, en Buenos Aires. En ese atentado murieron 85 personas y más de 300 resultaron heridas.
Se considera el mayor ataque contra objetivos judíos desde la Segunda Guerra Mundial y conmovió fuertemente a la comunidad judía en Argentina, la mayor en Hispanoamérica: allí viven unos 300.000 judíos, el 80% en Buenos Aires.
Se fundaron 3 asociaciones de víctimas... pero el atentado no se ha esclarecido. Se han buscado conexiones con Hezbolá, con Irán, con Siria y otras teorías. No ha habido sentencias claras. Muchos acusados de encubrimiento han sido absueltos.
El Papa escribe a la comunidad judía argentina
Se cumplen 25 años de esa matanza y el Papa Francisco ha querido hablar de ella en una carta dirigida al presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), Jorge Knoblovit.
Bergoglio, como arzobispo de Buenos Aires, ya visitó el memorial por las víctimas del atentado de la AMIA
El Papa asegura en la carta que desde el primer día de los hechos le pide a Dios por el descanso eterno de las 85 víctimas mortales de ese “acto de locura”. “Esa locura, sin embargo, no estuvo limitada a la Argentina. Demasiadas veces en estos 25 años hemos visto vidas y esperanzas truncadas en nombre de la religión”, lamentó.
“Esta ‘tercera guerra mundial a pedacitos’ no sabe de fronteras, y ha demostrado su rostro cruel desde Oriente hasta Occidente. Ha convertido esposas en viudas, hijos e hijas en huérfanos, y todo ello en nombre de Dios, blasfemando el nombre de Dios”, agrega.
El pontífice precisa que “no es la religión la que incita y lleva a la guerra, sino la oscuridad en los corazones de quienes cometen actos irracionales”, y recordó que “Dios nos ha llamado a convivir como hermanos, y esta fraternidad nos abraza y nos une más allá de cualquier límite geográfico o ideológico”.
“Entre todos constituimos la gran familia humana; esta conciencia de ser hermanos, junto con los valores del respeto y de la tolerancia, la debemos transmitir a las próximas generaciones”, pide.
El Papa afirma que “es cierto que Dios nos ha creado iguales en derechos, pero también lo ha hecho en deberes y en dignidad”, por lo que sostuvo: “La paz no ha de ser sólo nuestro derecho, su construcción debe ser nuestra obligación”.
“En esta conmemoración del 25 aniversario estoy junto a ustedes y rezo por ustedes. Que el Dios de nuestros Padres los bendiga y los cuide. Y, por favor, no se olviden de rezar por mí”, concluye.
El atentado de 1994 resumido en un reportaje breve de Télam