El Papa pide a los monaguillos encontrar su «manera personal de ser santo» y evitar la mediocridad

El Papa Francisco envió un mensaje para ser leído este sábado 1 de mayo ante unos 1.000 monaguillos reunidos en la 25ª Peregrinación de Monaguillos al santuario de Fátima, en Portugal. El santuario acoge actividades y peregrinaciones otra vez desde el 15 de marzo, manteniendo normativas como la mascarilla obligatoria, las distancias interpersonales y el lavado frecuente de manos.

Este año, por la pandemia, en vez de los habituales 5.000 monaguillos se estableció un límite de mil jóvenes participantes en este importante servicio a la liturgia.

El lema del encuentro era "Sean santos, sean originales", frase del joven beato italiano Carlo Acutis.

En el mensaje, escrito en portugués, el Papa Francisco recuerda a los monaguillos que en el altar pueden "colaborar estrechamente" en el milagro de la Eucaristía. "Tus ojos no ven a Jesús, pero tu corazón y tus labios lo adoran", señala el Pontífice.

“Debes comportarte como es debido en el servicio de las cosas sagradas. Tu actitud interior y exterior debe estar en consonancia con lo que haces, sobre todo cuando estás cerca del altar, cuando te persignas, cuando te arrodillas, cuando te sientas o cuando participas en la oración y en los cánticos comunitarios. Animado por el respeto y el recogimiento interior, tu servicio como acólito se convertirá en una profesión de fe para la comunidad", señala el Papa.

"Ofrece a Jesús tus manos y pensamientos"

"Pon todo el entusiasmo de tu edad en el encuentro con Jesús oculto bajo el velo eucarístico. Ofrece a Jesús tus manos, tus pensamientos y tu tiempo, y Él no dejará de recompensarte”, afirma.

Después el Papa recuerda a los muchachos santos que se alimentaban espiritualmente de la Eucaristía, como el Santo Cura de Ars y la mística portuguesa Alexandrina de Balazar, postrada en cama hasta su muerte en 1955, a los 51 años, que durante 14 años se habría alimentado sólo de la Eucaristía. Fue beatificada en 2004 por Juan Pablo II.

El Papa explica a los jóvenes el lema del encuentro comentando que lo primero que pide Jesús es ser santo y, lo segundo, es ser original. Citó al joven beato Carlos Acutis quien dijo "todos nacen como originales, pero muchos mueren como fotocopias".

Inspirarse en los santos, pero no copiarlos

Por eso, el Papa pide no copiar la santidad de otros y apunta que los testimonios de muchos santos pueden ser buenos para estimular y motivar, pero no para imitar.

"Debes descubrir quién eres y desarrollar tu manera personal de ser santo, independientemente de lo que digan y piensen los demás. Convertirse en santo es llegar a ser más plenamente tú mismo, el que Dios quiso soñar y crear, no una fotocopia. Tu vida debe ser un estímulo profético que sirva de inspiración a los demás, que deje una marca en este mundo, esa marca única que sólo tú puedes dejar", exhortó el Papa citando su documento a los jóvenes "Christus vivit".

El Papa finaliza su mensaje invocando a San José como intercesor para que los monaguillos puedan "servir siempre dignamente al milagro del descenso de Jesús a la tierra que se realiza diariamente en los Altares."

E insiste al final: “Por favor, querido monaguillo, no te dejes caer en la mediocridad, que nos rebaja y nos vuelve grises. Pero la vida no es gris, la vida debe apostar por grandes ideales. No sigas a las personas negativas, ¡sigue irradiando a tu alrededor la luz y la esperanza que vienen de Dios! Como saben, esta esperanza no defrauda; ¡nunca defrauda! Con Dios nada se pierde, pero sin él todo se pierde. No tengas miedo, pues, de arrojarte en los brazos del Padre del Cielo, y confía en Él, que se encargará de que te conviertas en el santo original que Él quiere que seas”