Para evangelizar, mostrar a Jesús más que hablar de Jesús, propone Francisco en su catequesis
El Papa Francisco este miércoles ha continuado su ciclo de catequesis sobre la "pasión por evangelizar" y ha analizado el discurso que dio Jesús a sus apóstoles en Marcos 3,14 y en Mateo 10 acerca de cómo ser misioneros.
Ni ir sin estar ni estar sin ir
El Papa empieza señalando una cierta contradicción: Jesús llama a los discípulos “para que estén con Él y para que vayan a predicar. Se podría decir: o una cosa o la otra, o estar o ir”. Pero el Papa responde: "para Jesús no hay ir sin estar y no hay estar sin ir”.
“En primer lugar, no hay ir sin estar”, precisa el Papa, porque “antes de enviar a los discípulos en misión, Cristo les ‘llamó’. El Papa quiere destacar que "el anuncio nace del encuentro con el Señor; toda actividad cristiana, sobre todo la misión, empieza ahí. No se aprende en la academia, ¡no, no! Comienza con el encuentro con el Señor. Testimoniarlo de hecho, significa irradiarlo; pero, si no recibimos su luz, estaremos apagados; si no lo frecuentamos, nos llevaremos a nosotros mismos en vez de a Él, y todo será en vano. Por tanto, puede llevar el Evangelio de Jesús solo la persona que está con Él".
Por otra parte, "no hay estar sin ir", añade el Papa, porque seguir a Cristo “no es un hecho intimista: sin anuncio, sin servicio, sin misión, la relación con Jesús no crece”. Y evidencia que poco después de haberles llamado, “¡ya les envía!” y esto, significa que “la experiencia de la misión forma parte de la formación”.
Los consejos misioneros de Mateo 10
En el capítulo 10 del Evangelio de Mateo, conocido como “el discurso misionero” el Papa se detiene en 3 puntos:
- por qué anunciar,
- qué anunciar,
- y cómo anunciar.
Refiriéndose al por qué anunciar, recuerda la frase de Jesús: "Lo que gratis recibisteis, dadlo gratis". El anuncio nace de la belleza de recibir gratis: encontrar a Jesús, conocerlo, descubrir ser amados y salvados. "Es un don tan grande que no podemos guardarlo para nosotros, sentimos la necesidad de difundirlo". El por qué del anuncio es "llevar la alegría de lo que hemos recibido".
Sobre qué anunciar, se centra es el primer kerigma, cuando Jesús dice "Id y anunciad que el Reino de los cielos está cerca". El Papa destaca: "Lo que hay que decir, en primer lugar y ante todo: Dios está cerca".
Ya en el Antiguo Testamento Dios dice: "¿Qué Dios está tan cerca de las naciones como yo lo estoy de vosotros?"
"La cercanía es una de las cosas más importantes de Dios. Son tres cosas importantes: cercanía, misericordia y ternura. No olviden esto. ¿Quién es Dios? El Cercano, el Tierno, el Misericordioso", insiste el Pontífice.
El Papa precisa además que acoger el amor de Dios “es más difícil porque nosotros queremos estar siempre en el centro, nosotros queremos ser protagonistas”. En cambio, “el anuncio debe dar el primado a Dios, en primer lugar y dar a los otros la oportunidad de acogerlo, de darse cuenta que Él está cerca. Y yo, atrás”.
Los tres lenguajes: pensamiento, afecto y obras
Sobre el cómo anunciar, hay que tener en cuenta "los tres lenguajes de la persona: el lenguaje del pensamiento, el lenguaje del afecto y el lenguaje del obrar", avisa el Papa. "No se puede evangelizar sólo con la mente o sólo con el corazón o sólo con las manos".
Jesús avisa que envía a los discípulos "como ovejas en medio de lobos". Francisco opina que Jesús no pide aquí ser "capaces de argumentar, contraatacar y defendernos" sino "ser mansos y con las ganas de ser inocentes, estar dispuestos al sacrificio", y luego ya "Él, el Pastor, reconocerá a sus corderos y les protegerá de los lobos".
"Si quiero ser del Señor, debo dejar que Él sea mi pastor, y Él no es un pastor de lobos, es un pastor de corderos, mansos, humildes, amables con el Señor", comenta.
Anunciar a Jesús y hacerlo en comunidad
Cuando Jesús dice "no llevéis oro ni plata" el Papa interpreta: "Dice que no nos apoyemos en certezas materiales, que vayamos al mundo sin mundanidad. Esto es lo que hay que decir: voy al mundo no con el estilo del mundo, no con los valores del mundo, no con la mundanidad -para la Iglesia, caer en la mundanidad es lo peor que puede pasar. Voy con sencillez".
Y eso implica ir "mostrando a Jesús más que hablando de Jesús”.
Por último, el Papa pide ir "de dos en dos" que significa ir en comunidad, en la unidad misionera.
"Por tanto: ir mansos y buenos como corderos, sin mundanidad, juntos. Aquí está la clave del anuncio", concluyó.