Jornada por las Vocaciones, también las nativas: testimonios de Dios que llama de muchas formas

"Jesús me atrapó, me llamó, y por eso quiero ser signo vivo de Él en medio de cerros y barrancos, entre indígenas y mestizos, que es la realidad de mi amada diócesis de Tarahumara, en México", explica el sacerdote Carlos Armando Ochoa.

Así ilustra la experiencia de muchas personas que sienten la vocación religiosa o sacerdotal en territorios de misión, y que necesitan la ayuda de los cristianos de zonas más ricas para poder llegar a ser evangelizadores en su tierra.

"Hoy el Espíritu Santo me ilumina para compartir palabras de fe, amor y esperanza a las comunidades de la sierra, que están dolidas y agrietadas por tres circunstancias específicas: el dolor, la lejanía y la pobreza", añade Ochoa. Busca crecer en santidad al entregarse a los pobres, sabiduría cercana a los fieles, y sensibilidad y misericordia con el otro. "Agradezco a Obras Pontificias su colaboración con los seminaristas de Tarahumara para que puedan llegar a ser sacerdotes".

Testimonio de Carlos Armando Ochoa (5 minutos)

El domingo 25 de abril tiene lugar en España la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones y Jornada de Vocaciones Nativas, que se celebra con el lema «Para quién soy yo». Se ha presentado este martes en una rueda de prensa online con cuatro testimonios vocacionales que representan a las instituciones organizadoras: la Conferencia Episcopal Española (CEE), la Conferencia Española de Religiosos (CONFER), la Conferencia Española de Institutos Seculares (CEDIS), y las Obras Misionales Pontificias (que ha presentado el testimonio de Armando).

Seguir los planes de Dios: Él quiere lo mejor para ti

Manuel Vázquez Álvarez, seminarista de quinto curso en el Seminario de Toledo, explicó que parte de su llamada vocacional implicó enfocar su vida “hacia afuera, no con tus planes, sino hacia Dios, hacia los demás”, convencido de que "Dios me ama y quiere lo mejor de mí" y que Él le hará plenamente feliz.

Rocío Vázquez Odero, religiosa de Cádiz, del Instituto Calasancio Hijas de la Divina Pastora, habló de su juventud centrada en “el deporte y la juerga”. La muerte de una íntima amiga en un accidente de tráfico le llevó por primera vez a cuestionarse «Para quién soy yo», y pronto respondió que era “para el Señor y para su reino”. Ahora, le apasiona acompañar a los jóvenes porque, como ella misma experimentó, a veces no tienen personas adultas que les acompañen. “A todo joven le digo que busque acompañamiento, que no se puede viajar por la vida solo”, afirma Rocío.

La valenciana Lydia Herrero Casanova, pertenece al Instituto Secular Obreras de la Cruz, y fue el testimonio presentado por CEDIS. A las seglares consagradas de este Instituto, dice, las podía encontrar en la peluquería donde iba su madre, en una manifestación contra el terrorismo, o en la parroquia, y le parecieron “un modelo de mujer creyente que le fascinó”. A los 20 años entró en el Instituto. Como seglar, tiene un trabajo... actualmente en ERTE. Seguir a Cristo, dice, no es garantía de éxitos ni seguridades mundanas.

La presentación completa online con los 4 testimonios de vocación (45 min.)

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