La Legión de Cristo podría querellarse contra El Mundo por «gravísimas calumnias»

El padre Jesús María Delgado, LC, director territorial en España de la Legión de Cristo, la congregación religiosa que vive desde hace muchos meses una situación convulsa a causa de los desmanes de su fundador, el padre Marcial Maciel, ha remitido al director del diario El Mundo, Pedro José Ramírez, una carta en la que anuncia la posibilidad de plantear acciones judiciales tras la publicación de un reportaje en el suplemento Crónica bajo el título «¿Por qué no asesinamos al fundador?».
 
Acciones legales
Según expone el máximo responsable de la congregación religiosa, ésta analiza la posibilidad de ejercer acciones legales contra el referido diario a cuenta del reportaje firmado por la periodista Idoia Sota el pasado domingo 11 de abril.

En el texto se habla de un supuesto complot de los superiores legionarios «para envenenar al P. Maciel», según señala Delgado, que anima a la autora a que «de tener pruebas, acuda inmediatamente a la fiscalía para denunciarlo y, si no, ¿cómo es posible que se atreva a recoger, sin contrastar, imputaciones de ese calibre?».

Muertes en el mar
La periodista, citando el libro «El ilusionista Marcial Maciel», de Alejandro Espinosa Alcalá, asegura que al sacerdote Javier Orozco, lo mató el propio Maciel «despeñándolo por una carretera de la Costa Azul», según recoge en su pliego de descargo el padre Delgado, que acto seguido, concluye contundente: «En realidad (...) murió bañándose en el mar, en una playa cerca de Rapallo (Génova, Italia), mientras el P. Maciel se encontraba en Roma».

De California a Florida
En el citado reportaje se señala que Marcial Maciel estuvo encerrado en una casa de Los Ángeles durante dos años, donde se le habrían practicado exorcismos. La habitación en la que habrían tenido lugar los hechos, según señala Idoia Sota, «se quemó en un incendio que arrasó Universal Estudios en Hollywood en junio de 2008». ante estas afirmaciones, el padre Delgado asegura que «la casa donde se retiró y murió el P. Maciel se encuentra en Jacksonville (Florida), a miles de kilómetros de Hollywood (California) donde cinco meses después de su muerte (30 de enero de 2008) se quemaron los Universal Estudios».

«Cuando el P. Maciel  murió en Jacksonville, tras haber recibido en varias ocasiones los sacramentos de la Iglesia, sólo lo acompañaron unos sacerdotes legionarios, dos señoritas consagradas del Regnum Christi y dos enfermeras locales», puntualiza el mandatario de la Legión.

Tratos con la mafia y blanqueo
Idioa Sota, por otra parte, asegura que los Legionarios «compraron a un mafioso» una «villa que tienen en Termini, Palermo». El padre Delgado sostiene que dicha propiedad era, en realidad, «un antiguo hotel abandonado, que se encuentra cerca de Nápoles, a 400 kilómetros de Palermo (Sicilia) y no lo vendió un mafioso sino el Estado Italiano».

Del mismo modo, el reportaje señala que «desde que el presidente de Carita Feliz (Juan Uribe) comenzó a trabajar con la Legión en 2006, los envíos de mensajería entre la UFV (Universidad Francisco de Vitoria) y Colombia se multiplicaron de forma exponencial». El padre Delgado señala que no hay relación entre ambas instituciones y que el envío de paquetes ha sido el normal.

Despidos y trasnferencias
Respecto al rector de la Universidad Francisco de Vitoria, Daniel Sada, de quien se dice en el reportaje que fue destituido de un cargo a causa de «unas extrañas transacciones que se habían realizado desde Colombia, vía Londres, y que sumaban un millón de euros», el padre Delgado asegura que «es falso» y que «nunca he despedido a Daniel Sada» porque, «si nuestros controles periódicos hubiesen arrojado alguna irregularidad, es evidente que el señor Sada no podría seguir siendo hoy Rector de la Universidad Francisco de Vitoria».

Además, asegura el religioso, «no ha existido jamás la transferencia de la que hablan, que además nunca podría haber hecho Daniel Sada porque no ha tenido ni tiene firma o apoderamiento alguno de las cuentas de la Legión».

Una insinuación calumniosa
Y va más allá: «Niego cualquier sospecha de que en nuestra universidad se realice actividad ilegal alguna, insinuación que, una vez más, plantean en su artículo sin fundamento o prueba de ningún tipo».