Entrevista a Giampietro Dal Toso, presidente internacional de Obras Misionales: «Dando se recibe»
El arzobispo Giampietro Dal Toso es el presidente y responsable internacional de Obras Misionales Pontificias, la gran entidad pontificia que supervisa los donativos que recogen las Obras Pontificias locales de distintos países para las misiones en países y regiones con pocos cristianos o iglesias muy débiles y pobres. Dal Toso, italiano, trabaja en la Curia desde 1996, cuando entró en el Pontificio Consejo Cor Unum. El Papa Francisco le nombró secretario Adjunto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. Este martes 14 de mayo ha impartido sendas conferencias en Madrid en la Facultad de Teología San Dámaso respecto al Mes Misionero Extraordinario.
En una entrevista con Obras Misionales de España, recuerda que “la fe se comparte por atracción” y admite que tal vez le hemos quitado ese atractivo al convertirla en un “moralismo” en lugar de destacar lo que en verdad es “una relación personal con Jesucristo”.
El presidente de OMP cree que nuestra sociedad, en que el “trato personal” es más difícil que en el pasado, hay que seguir buscando esta cercanía y suscitando el testimonio personal de la fe también en circunstancias pequeñas.
Dal Toso no ve oposición entre iglesia local e iglesia universal, porque, dice, "ninguna iglesia puede ser local sin relación con la Iglesia universal”. En este sentido, el Papa, que “es el Papa en todos los lugares” visibiliza que “la Iglesia es Una”. Monseñor Dal Toso cree que para OMP es un “desafío” despertar cada vez más el sentido de universalidad en las iglesias locales y recordar que la ley cristiana que afirma que “dando se recibe” se experimenta especialmente cuando una diócesis es capaz de “dar algo”.
Finalmente, el presidente de OMP dijo que hay un “aspecto existencial” de la “missio ad gentes” en el testimonio del misionero que tiene una gran fuerza, porque el misionero es el que lo ha “dejado todo”. Y junto al testimonio del misionero, “la oración”. Monseñor Dal Toso confesó que un deseo de su corazón es que con el "mes misionero extraordinario" se descubra “la importancia de la oración para la misión”.