MONSEÑOR BRAULIO RODRÍGUEZ PLAZA
Primado de España: «Las religiones no son iguales»; hay diferencia «entre Bin Laden y el Papa»
El arzobispo de Toledo y Primado de España, monseñor Braulio Rodríguez, afirmó hoy que «hay que mostrar y demostrar que las religiones no son todas iguales, como no son iguales las distintas actividades económicas, sociales, o las formas de pensamiento o los fundamentos gnoseológicos». El prelado precisó que «no toda concepción de lo divino es aceptable».
Según indicó, «hay cierta diferencia entre la liturgia del degüello en masa de jóvenes sobre los altares-pirámides de los Aztecas y la liturgia eucarística de un altar católico; entre Bin Laden y el Papa Benedicto XVI», y precisó, seguidamente que «no toda concepción de lo divino es siempre y de cualquier manera aceptable».
En su homilía con motivo de la fiesta de Santo Tomás de Aquino que pronunció en el Instituto Superior de Estudios Teológicos «San Ildefonso», Rodríguez preguntó: «¿Qué pasó cuando se trató de extirpar la religión de la sociedad y del corazón de los hombres?, ¿acaso se desplegó entonces el reino de la paz, de la humildad, de la fraternidad, de la convivencia justa y armoniosa?», informa Europa Press.
«Lo repetimos: hay religión y religión. No toda concepción de lo divino es siempre y de cualquier manera aceptable. Hay una religiosidad inquietante, hay también formas oscuras de una supuesta fe. No cualquier escritura sagrada o cualquier Dios valen lo que otro. Erradicar toda religión puede traer malas consecuencias», dijo.
Asimismo, comentó que «si España no tiene el valor de afrontar de nuevo preguntas sobre el significado de la vida y los fundamentos de la moralidad, y asentarse en consecuencia en esas normas morales incondicionales, ¿quién nos garantiza que no vuelvan a surgir viejos fantasmas, viejos conflictos? ¿No necesitaremos muchos Aquinatenses, que piensen en los fines y no sólo en el cómo utilitarista? Yo quiero pedírselo al Señor por medio de este benefactor de la humanidad, santo Tomás, el Grande».
Por otro lado, indicó que «la Universidad, ni el Instituto Teológico San Ildefonso, son una fábrica de titulados, ni ha de regirse sólo por criterios de eficiencia y rendimiento económico, por muy necesarios que éstos sean». «Sus alumnos no son jóvenes profesionales, como pomposamente proclama la publicidad de alguna Universidad, buscando arrancar clientes a la competencia».
«Y quienes en estos centros enseñan no son funcionarios, sino profesores, es decir, aquellos que han hecho profesión de consagrarse al estudio de la verdad. Decir Universidad es decir universalidad en el saber; decir Instituto Teológico es decir pasión por el conocimiento de la Revelación en toda su extensión, para superar la fragmentación de saberes en que tiende a encerrarse el conocimiento. No se puede quedar uno tranquilo únicamente con el mero aprobar las diferentes asignaturas», continuó.
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