Entrevistado en «Corriere della Sera», insiste: «No hay dos Papas, sólo uno»
Benedicto XVI, sobre su renuncia, 8 años después: «Lo decidí en conciencia y creo que hice bien»
El anciano Benedicto XVI ha recibido a un periodista el 28 de febrero, exactamente al cumplirse 8 años desde que se hizo efectiva su renuncia al papado. Entonces tenía 85 años, hoy 93.
El periodista del Corriere della Sera le pregunta (puede leerse aquí en italiano) si piensa a menudo en el día que dejó de ser Papa. Y él asiente con la cabeza y responde.
"Fue una difícil decisión. La tomé con plena conciencia y creo que hice bien. Algunos amigos míos, un poco 'fanáticos', todavía están enfadados, no quisieron aceptar mi elección. Pienso en las teorías de la conspiración que lo siguieron: se dijo que fue culpa del escándalo de Vatileaks, parte de una conspiración del lobby gay, o del teólogo conservador lefebvriano Richard Williamson. No quieren creer en una elección consciente. Pero yo tengo buena conciencia", afirma el Papa emérito.
"No hay dos papas. El Papa es uno solo…", insiste. Reitera que "el Papa es uno solo", golpeando débilmente con la palma de la mano el apoyabrazos.
El periodista le regala dos caricaturas que ha realizado para él Emilio Giannelli, dibujante que él aprecia. "Mira la primera durante mucho tiempo y sonríe. Luego pasa la segunda, y la sonrisa se convierte en risa", escribe el entrevistador. "Giannelli es una persona ingeniosa", dice Benedicto XVI.
Preguntado por el viaje del Papa Francisco a Irak, que empieza el viernes, "la expresión se vuelve seria, preocupada", describe el periodista. "Creo que es un viaje muy importante. Desgraciadamente, cae en un momento muy difícil que también lo convierte en un viaje peligroso: por razones de seguridad y por el Covid. Y luego está la inestable situación iraquí. Acompañaré a Francisco con mi oración", afirma el anciano de blanco que gobernó la Iglesia con sus decisiones y hoy la sirve desde la oración.
Georg Gaenswein, secretario personal y Prefecto de la Casa Pontificia, acompaña al periodista y al anciano durante la entrevista. Las palabras de Benedicto XVI salen poco a poco y con una voz muy frágil, que "va y viene", y Gaenswein confirma algunas palabras.
El periodista describe que la mente de Benedicto XVI "permanece clara, rápida como los ojos, alerta y viva. El pelo blanco es un poco largo, bajo el casquete papal tan blanco como la túnica. De las mangas emergen dos muñecas muy finas que subrayan una imagen de gran fragilidad física".
En su retiro, pasea, reza, recibe en la casa la edición impresa del Osservatore Romano , el Corriere della Sera y dos periódicos alemanes. En la mesa, a la hora de comer, con las 4 Memores que lo cuidan, -consagradas del movimiento Comunión y Liberación-, con cierta frecuencia hablan todos de política.
El Papa emérito ya fue vacunado contra el coronavirus, con las dos dosis, igual que Gaenswein y la mayoría de los habitantes de la Ciudad del Vaticano.
Benedicto XVI menciona la experiencia del presidente de los obispos italianos, el cardenal Gualtiero Bassetti, que se curó del coronavirus tras una enfermedad larga y dura. “Lo he visto hace poco y me dijo que ahora está mucho mejor. Lo encontré bien», señala el Papa emérito.
El entrevistado habla también sobre el nuevo presidente de EEUU, Joe Biden. “Es cierto, es católico y observador. Y personalmente está en contra del aborto. Pero como presidente, tiende a presentarse en continuidad con la línea del Partido Demócrata... Y en política de género aún no hemos entendido cuál es su posición", susurra Benedicto XVI, quizá con una prudencia excesivamente cortés, aunque supondrá que esa mera frase logrará titulares en EEUU.
La entrevista dura 45 minutos, explica el periodista. Recibe como regalo una medalla conmemorativa y un marcador con la foto del Papa emérito, ambos de su época de Papa en ejercicio.
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