El Papa reza por las víctimas del avión de Etiopía: 2 misioneros, 4 cooperantes de CRS, 2 españoles

El domingo 11 de marzo el vuelo 302 de Ethiopian Airlines que cubría la ruta entre Adis Abeba y Nairobi se estrelló tras el despegue. En la aeronave iban 149 pasajeros y ocho tripulantes: todos murieron.

Entre las víctimas había bastantes personas dedicadas a mejorar las condiciones de vida en África, incluyendo un sacerdote misionero, una enfermera misionera, 4 trabajadores de CRS (la Cáritas internacional de EEUU) y dos técnicos españoles (un ingeniero y una cooperante).

El Papa ofrece su oración y condolencias

Por medio de un telegrama enviado por el Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, en nombre del Papa Francisco, mostró su tristeza y aseguró la oración del Pontífice.

“Al conocer con tristeza la noticia del accidente del avión de Ethiopian Airlines, Su Santidad el Papa Francisco quiere ofrecer sus oraciones por los fallecidos, procedentes de diferentes países, y encomendar sus almas a la misericordia de Dios Todopoderoso. El Papa Francisco envía sus condolencias de corazón a los familiares y sobre todos aquellos que lloran esta trágica pérdida, invoca las bendiciones divinas de consuelo y fortaleza”, es el contenido del telegrama enviado por el Cardenal Parolin en nombre del Papa Francisco.

Un año de sacerdote, una enfermera religiosa

Uno de los fallecidos era un sacerdote de la Congregación de los Misioneros de Marianhill, el P. George Kageche Mukua. El presbítero tenía 40 años, había sido ordenado hace poco más de un año, el 30 de noviembre de 2017. Según el diario africano The Southern Cross, el sacerdote era alumno del St Joseph’s Theological Institute en Cedara, KwaZulu-Natal, Sudáfrica.

También se ha identificado a la religiosa Sor Florence Wangari, de las Hermanas de Notre Dame de Angers. Era enfermera en una de las ciudades más pobres y desesperadas del mundo, en Goma, en la República Democrática del Congo, rodeada de campos de refugiados desde hace décadas. Se dirigía a Nairobi en Etiopía para renovar su pasaporte.

Cuatro etíopes en acción humanitaria católica

Otras cuatro víctimas eran etíopes que viajaban a Nairobi para prepararse para trabajar mejor con CRS (Catholic Relief Services), el equivalente a Cáritas Internacional en Estados Unidos.

“Con el corazón apesadumbrado compartimos la noticia de que cuatro miembros de nuestro personal murieron en el vuelo 302 de Ethiopian Airlines que se estrelló luego de su despegue el domingo en la mañana. Ellos eran Sara Chalachew, Getnet Alemayehu, Sintayehu Aymeku, y Mulusew Alemu. Todos eran etíopes y se dirigían a Nairobi para asistir a una capacitación en representación nuestra”, señala una declaración de CRS publicada este 11 de marzo.

“Aunque estamos de duelo, celebramos la vida de estos colegas y su contribución desinteresada en nuestra misión, pese a los riesgos y sacrificios que el trabajo humanitario conlleva. Nuestros pensamientos y oraciones están con sus familias y con todos aquellos que perdieron a sus seres queridos como resultado de esta tragedia”, c concluye el texto.

Un ingeniero catalán y una cooperante gallega

Entre las víctimas había dos españoles, el catalán Jordi Dalmau, de 46 años, y la gallega Pilar Martínez, de 33. Ambos se esforzaban por mejorar las condiciones de vida de los africanos.

Jordi Dalmau, ingeniero químico, oriundo de Granollers (Barcelona) y residente en Madrid, viajaba a Nairobi para planificar la construcción de una desaladora de gran capacidad. Trabajaba desde hace casi tres años para la empresa Almar Water Solution, con sede en Madrid. La firma quería construir una desaladora que aportara agua a un millón de personas en Mombasa (Kenia). Dalmau había trabajado para Comsa Medi Ambient, en Chile, una empresa especializada en productos y soluciones para la monitorización de la calidad de las aguas. Y también para la empresa andaluza Abengoa, en diferentes ciudades de China y en San Antonio, Texas (EEUU).

Pilar Martínez Docampo, la otra víctima española, era oriunda del barrio de Darbo en Cangas (Pontevedra). A sus 32 años de edad, Pilar Martínez era la primera vez que viajaba a África y la primera vez que se estrenaba como cooperante. Hacía quince días que había estado en la casa familiar de Darbo, donde explicó su proyecto de ir a Kenia con una ONG para enseñar a los niños a hablar inglés. Estaba muy ilusionada y ya hablaba de otro viaje que iba a hacer a Mozambique, también con el mismo motivo. Vivía en Londres desde los 25 años, alternando distintos trabajos.