Sábado, 23 de noviembre de 2024

Religión en Libertad

El Papa dedicó la catequesis del miércoles a Romano el Meloda

Benedicto XVI: «La fe crea belleza»

Benedicto XVI dedicó la catequesis de la audiencia general de los miércoles a Romano el Meloda, sirio, "teólogo poeta y compositor" y diácono permanente, establecido en un monasterio de la periferia de Constantinopla en el siglo VI". El Santo Padre saludó primero a los fieles en la basílica vaticana y después se trasladó al Aula Pablo VI, donde se habían congregado unas 8.000 personas. El Meloda "ha pasado a la historia como uno de los autores más representativos de himnos litúrgicos" en un tiempo en que "la homilía era para los fieles prácticamente la única ocasión de instrucción catequística".

(VIS) Benedicto XVI dedicó la catequesis de la audiencia general de los miércoles a Romano el Meloda, sirio, "teólogo poeta y compositor" y diácono permanente, establecido en un monasterio de la periferia de Constantinopla en el siglo VI". El Santo Padre saludó primero a los fieles en la basílica vaticana y después se trasladó al Aula Pablo VI, donde se habían congregado unas 8.000 personas. Romano, explicó el Papa, pertenece al "gran grupo de teólogos que han transformado la teología en poesía", como "San Efrén de Siria, (...) San Ambrosio, (...) Santo Tomás de Aquino, (..) San Juan de la Cruz. La fe es amor y por eso crea poesía y música. La fe es alegría y por eso crea belleza". El Meloda "ha pasado a la historia como uno de los autores más representativos de himnos litúrgicos" en un tiempo en que "la homilía era para los fieles prácticamente la única ocasión de instrucción catequística". Es modelo "de una forma vivaz y original de presentar la catequesis. (...) A través de sus composiciones podemos darnos cuenta de la creatividad (...) del pensamiento teológico, de la estética, de los himnos sacros de ese tiempo". En sus homilías cantadas, llamadas "kontákia", Romano "no adopta el griego bizantino y solemne de la corte, sino un griego sencillo cercano al lenguaje del pueblo", mientras "la fuerza de convicción de sus predicaciones se basaba en la gran coherencia entre sus palabras y su vida". Benedicto XVI citó después algunos de los temas centrales de la predicación del teólogo poeta: "la unidad de la acción de Dios en la historia, (...) la unidad entre creación e historia de la salvación, la unidad entre el Antiguo y el Nuevo Testamento". Otro tema es "la doctrina sobre el Espíritu Santo"; hablando de Pentecostés "subraya la continuidad existente entre Cristo, ascendido al cielo y los apóstoles, es decir, la Iglesia, y exalta la acción misionera en el mundo". En ámbito cristológico "no entra en el problema conceptual (...) que tanto laceró la unidad, no sólo entre los teólogos sino en la Iglesia". Predica en cambio "la cristología de los grandes concilios, pero sobre todo está cerca de la piedad popular. (...) Los conceptos de los concilios nacieron de la piedad popular, del conocimiento del corazón cristiano. Por eso recalca que Cristo es verdadero Dios y verdadero hombre (...) una sola persona". Las enseñanzas morales de Romano, observó el Santo Padre, "se relacionan (...) especialmente con el Juicio Final". El teólogo "nos lleva a este momento de la verdad de nuestra vida, el encuentro con el Juez justo y por lo tanto indica la conversión mediante la penitencia, el ayuno y la caridad que para él tiene la primacía absoluta entre las virtudes". "La humanidad palpitante, el ardor de la fe y la humildad profunda impregnan los cantos de Romano el Meloda -señaló Benedicto XVI-. Este gran poeta y compositor nos recuerda todo el tesoro de la cultura cristiana, nacida de la fe, nacida del corazón que se encontró con Cristo. De este contacto con la Verdad que es amor (...) nació toda la gran cultura cristiana". "Si la fe sigue viva esta herencia cultural no muere; (...) sigue presente. Los iconos hablan también hoy a los corazones que creen, no son solamente cosas del pasado. Las catedrales no son monumentos medievales, sino hogares donde nos encontramos con Dios y unos con otros. La gran música, el canto gregoriano, Bach, Mozart, no son cosas del pasado. Viven con la vitalidad de nuestra liturgia y de nuestra fe. Si la fe está viva, la cultura cristiana no se convierte en pasado". "Y si la fe sigue viva -exclamó Benedicto XVI- también hoy podemos responder al imperativo que se repite siempre (..): "Cantad al Señor un cántico nuevo". Creatividad, innovación, canto nuevo, cultura nueva y presencia de toda la herencia cultural, de la vitalidad de la fe, no se excluyen sino que son una única realidad. Son presencia de la belleza de Dios, de la alegría de ser hijos suyos ".
Comentarios
5€ Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
10€ Gracias a tu donativo habrá personas que podrán conocer a Dios
50€ Con tu ayuda podremos llevar esperanza a las periferias digitales
Otra cantidad Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
Si prefieres, contacta con nosotros en el 680 30 39 15 de lunes a viernes de 9:00h a 15:30h
Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter

¡No te pierdas las mejores historias de hoy!

Suscríbete GRATIS a nuestra newsletter diaria

REL te recomienda