DESCRIBE LA PAZ COMO UNA ASIGNATURA «CRÓNICAMENTE PENDIENTE»
Monseñor Uriarte pide «diálogo social y político» entre «todas las sensibilidades» para la paz
Monseñor Uriarte, obispo de San Sebastián, reclamó el papel de la Iglesia como «elemento catalizador» para lograr la paz, que reclama un «diálogo social y político» entre «todas las sensibilidades» que quieran construir la paz por «vías no violentas».
(R.B./ReL) El obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte, afirmó hoy que la Iglesia «no quiere renunciar» a su «misión de ser elemento catalizador» para lograr la paz, que reclama un «diálogo social y político» entre «todas las sensibilidades» que quieran construir la paz por «vías no violentas». Uriarte se refirió en estos términos durante la homilía que ofreció en la tradicional Misa Solemne que ofició en la Basílica de Loyola, en Azpeitia (Guipúzcoa), con motivo de la celebración de la fiesta de san Ignacio, y a la que acudieron, entre otras autoridades, la lehendakari en funciones, Isabel Celaá, y el diputado general de Guipúzcoa, Markel Olano, informa EP. El prelado destacó que la búsqueda de la paz reclama «la erradicación del terrorismo», que «acaba de herirnos con dos nuevos y terribles zarpazos», en alusión a los últimos atentados perpetrados por ETA esta semana en Burgos y Mallorca. «Sin ningún género de excusa o de excepción tenemos todos la grave obligación moral de oponernos tajantemente al terrorismo con todos los medios justos, cuidadosamente examinados, y siempre respetuosos de los Derechos Humanos intangibles», advirtió. No obstante, señaló que la consecución de la paz reclama también un «diálogo social y político entre todas las sensibilidades que quieran construirla por vías no violentas». Para ello, consideró «preciso moderar aspiraciones incluso legítima» de manera que se pueda «converger en una fórmula de convivencia tejida entre todos y aceptable para todos». Tras lamentar que estos dos requisitos están «lejos de cumplirse», puesto que ETA «pervive y azota» y el diálogo «está varado por desconfianzas recíprocas e intereses encontrados», Uriarte aseveró que la paz es «una asignatura crónicamente pendiente» en esta sociedad. «Gobierno, partidos, grupos sociales, ciudadanía estamos llamados a no cejar en nuestro empeño y a buscar la concertación», añadió. En este contexto aseguró que la Iglesia «no debe, ni puede, ni quiere renunciar a su misión de ser tejido conjuntivo y elemento catalizador en una sociedad tentada por el riesgo de desgarrarse». Crisis Por otro lado, el obispo de San Sebastián se refirió en su alocución a la crisis económica instando a los cristianos a «despertar su espíritu cívico» y ser «activamente sensibles ante las víctimas» de esta coyuntura, así como al «debilitamiento» de los criterios y convicciones éticas, que están provocando un clima de «corrupción y abusos». Finalmente, hizo alusión a la «problemática» educación de los jóvenes e instó a colegios, gobernantes, padres y educadores a «revisar planteamientos con frecuencia permisivos, relaciones demasiado distantes o demasiado cercanas, relativismos, perplejidades, temores y complejos» que «bloquean» su «autoridad».
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