EL ARZOBISPO CASTRENSE TRANSMITE EL PÉSAME DE LA IGLESIA A LAS FAMILIAS DE LAS VÍCTIMAS
«La última palabra de este combate no la tienen los hijos del terror»
El arzobispo castrense, monseñor Juan del Río, ha asegurado en la homilía de la misa funeral por el alma de los últimos asesinados por ETA que «la última palabra de este combate no la tienen los hijos del terror, sino aquellos que como estos dos jóvenes Guardia Civiles, trabajan por la paz, la justicia, la defensa y la libertad de la sociedad».
(R.B./ReL) Benedicto XVI ha manifestado su pesar a los familiares de los dos guardias civiles, Carlos Sáenz de Tejada García y Diego Salva Lezaun, asesinados este jueves en Mallorca. Así lo ha revelado el arzobispo castrense de España, monseñor Juan del Río, quien en la homilía celebrada hoy en la catedral de Mallorca manifestó además la cercanía del Papa a la Guardia Civil. «Los cristianos junto con el Papa Benedicto XVI y la Conferencia Episcopal Española, así como todos los hombres y mujeres de buena voluntad queremos deciros a vosotros familiares y a todos los Guardias Civiles: ¡ánimo, sed valientes, no tengáis miedo, no estáis solos, contad con nuestro apoyo, nuestro cariño y nuestra solidaridad!», afirmó monseñor del Río. El mismo prelado ha revelado a Radio Vaticano que el Papa ha hecho llegar su pésame a los familiares de los guardias civiles fallecidos a través de la nunciatura apostólica en España. El arzobispo reveló que también había recibido una llamada telefónica con este mismo espíritu de cercanía del cardenal Antonio María Rouco Varela, presidente de la Conferencia Episcopal Española, arzobispo de Madrid, informa Zenit. En la homilía del funeral, monseñor del Río afirmó que los asesinatos de ETA «no sólo vulneran gravemente el derecho a la vida, a la libertad y a la convivencia pacífica de los pueblos de España, sino que intentan amedrentarnos y someternos a su totalitarismo intrínsecamente perverso y nunca justificable». Ahora bien, «aunque las dificultades para acabar con el terrorismo y construir la paz son grandes, no debemos caer en el desánimo». «La última palabra de este combate --aseguró-- no la tienen los hijos del terror, sino aquellos que como estos dos jóvenes Guardia Civiles, trabajan por la paz, la justicia, la defensa y la libertad de la sociedad». La homilía del arzobispo concluyó con un mensaje de esperanza en la resurrección: «La muerte, por dura que sea no puede arrebatarnos el amor a los seres queridos. ¡El amor es siempre más fuerte que la muerte!».
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