EL EX PRESIDENTE LECH WALESA APOYA LA PROTESTA POPULAR
Los católicos polacos se movilizan contra Madonna
La cantante Madonna se ve envuelta de nuevo en una nueva polémica con la Iglesia católica. Si en 2006 aparecía crucificada en sus conciertos, ahora está cosechando las críticas de los polacos. El motivo, su concierto programado para el día de la Asunción en Varsovia, un día especialmente señalado en la devoción popular del país.
(Nicolás de Cárdenas/ReL) El cantante Javier Krahe, que se sentará en el banquillo por haber exhibido un vídeo titulado «Cocinar un Cristo», no es el único artista que ha vivido en sus carnes lo de «con la Iglesia hemos topado». La cantante Madonna también parece empeñada en provocar los sentimientos religiosos, en especial los de los católicos. El próximo 15 de agosto tiene previsto actuar en Varsovia, dentro de la gira «Sticky and sweet» (Pegajosa y dulce). Pero la inmensa mayoría de los polacos, no está por la labor, empezando por su ex presidente Lech Walesa. Polonia, un país en el que el 90 por ciento de la población se reconoce católica, celebra con especial intensidad y fervor la fiesta de la Asunción de María a los cielos. De hecho, millares de fieles peregrinan ese día al santuario de Czestochowa, donde veneran a la «Virgen Negra». La tradición mariana de Polonia es tan importante como en España e Hispanoamérica. De hecho, la Virgen fue coronada como reina de la nación hace 350 años y el pueblo polaco la considera como el símbolo de su supervivencia a lo largo de los siglos. Para los polacos, la Virgen ha sido el facto decisivo de haber superado, no sin dificultades, numerosas invasiones, incluidas las perpetradas por el nazional socialismo y el comunismo en el siglo XX. Una «rezada» masiva Como es evidente, la cantante tiene todo el derecho a tener ese nombre artístico, pero la coincidencia con la fiesta grande de la Virgen y el hecho de que el nombre también se atribuya a María, la «madonna» por antonomasia, ha llevado al Comité para la Defensa de la Fe y la Tradición a organizar actos de protesta. Desde el próximo 1 de agosto, se van a concentrar a las puertas del Ayuntamiento de Varsovia a rezar cientos de polacos para reivindicar que el concierto sea anulado o, al menos, cambiado de día. No es la primera vez que Madonna ha chocado con la Iglesia católica. Ya en 2006, durante su gira, una de las partes del espectáculo consistía en cantar simulando estar crucificada. En aquella ocasión, en su aparición en Roma, el cardenal Tonino aseguró que «ese concierto es un desafío blasfemo y una profanación de la cruz» y pidió su excomunión. Un portavoz de la cantante aseguró que «Madonna no cree que Jesús se enfadara ya que su mensaje es de amar al prójimo y de tolerancia, al igual que el de Madonna». Del mismo modo, aseguró que no se trataba algo «negativo o despreciativo hacia la Iglesia». El escándalo ha llegado a todas las generaciones de polacos. En la Radio Exterior Polaca, dos jóvenes menores de 30 años han asegurado que «sólo es una señora mayor, una señora lamentable que busca desesperadamente que la hagan caso. Artísticamente no tiene nada original que ofrecer. Debería dejar espacio para otros atistas más jóvenes y con más talento». «Si es tan valiente y provocativa -contiúan estos jóvenes- ¿por qué no va a alguna nación musulmana e intenta ofender su religión?» Otro precedente En 1992, la cantante Sinead OConnor también se enfrentó a la Iglesia de manera deliberada, al romper una foto de Juan Pablo II durante una actuación en directo en el famoso programa de la televisión estadounidense «Saturday Night Live». En los años sucesivos, pidió perdón al Papa y aseguró que no se arrepentía con la misma facilidad.
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