«NO HAY QUE DEJAR DE LADO LA FE PARA SER UN BUEN CIUDADANO»
El obispo de Tarazona anima a «disipar» los temores de los laicistas
En el seno del curso de verano «Ángel Herrera Oria y la España necesaria», organizado por la ACdP en Santander, el obispo de Tarazona ha asegurado que hay que hacer ver a quienes defienden el laicismo «que Dios no es el enemigo del hombre, que no viene a estropearle su existencia, sino a darle plenitud».
(R.B./ReL) «No vale la postura laicista que nos dice: tu fe es algo privado», ha proclamado el obispo de Tarazona, Demetrio Fernández durante su intervención en la inauguración del curso de verano «Ángel Herrera Oria y la España necesaria», organizado por la ACdP en el seminario de Monte Corbán (Santander). «Uno no tiene que dejar de lado la fe para ser buen ciudadano». De hecho, ha recalcado Fernández, es deber de los cristianos laicos «actuar a favor de un orden justo». Esta labor de actuación directa e inmediata es, dentro de la Iglesia, tarea que ha de corresponder al laicado, mientras que a la jerarquía le atañe una función «mediata» de «iluminación» para «inyectar la caridad del Evangelio». No le corresponde, por tanto, «definir las formas concretas de convivencia», pero «puede y debe valorar moralmente las distintas situaciones», ha matizado el ponente. Establecidas estas delimitaciones, el prelado ha subrayado que «se está muy equivocado» cuando por autonomía entre la Iglesia y lo temporal se entiende «la independencia de éste con respecto a Dios, ya que la criatura sin el creador desaparece». En este sentido, conviene, a su juicio, tener presente que «la luz del Evangelio no suprime nada de lo humano, sino que lo lleva a plenitud». Desde esta realidad hay que «disipar los temores del laicismo». Hay que hacer ver a los laicistas, ha añadido Fernández, «que Dios no es el enemigo del hombre, que no viene a estropearle su existencia, sino a darle plenitud». No en vano, el propio, y necesario al parecer del obispo, «fortalecimiento de la democracia» depende de que se produzca un efectivo de reconocimiento de una realidad anterior a las propiamente humanas. «La amenaza actual para la democracia es el positivismo jurídico», sustanciado en la frase «aquí no hay más ley que el Parlamento». A este respecto, el ponente ha observado que, cuando «no se admite nada previo», la sociedad queda a merced de la voluntad de la mayoría, lo que «es el paso previo al totalitarismo». Como también es altamente corrosivo para las sociedades el hecho de se extienda una cultura antinatalista. Por lo común de esta mentalidad «no es extraño que desde el punto de vista productivo vayamos a la hecatombe», ha comentado el prelado al señalar que la falta de relevo generacional es una de las principales causas de la actual crisis. Se requiere ante ello una renovada «lucha por la vida», porque «el futuro no está en las leyes de parejas del mismo sexo, el aborto o en el antinatalismo. El futuro está en la vida», ha apostillado. Junto a Demetrio Fernández han participado en la inauguración de este curso de verano, que se desarrollará hasta el 25 de julio, el obispo de Santander, Vicente Jiménez Zamora, el secretario general de la ACdP, Antonio Urzáiz, y el patrono de la Fundación Universitaria San Pablo CEU y co-director del curso, José María Pérez de la Lastra.
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