Un año más, vuelve el gigantesco árbol de Navidad a la frontera de la Corea atea y comunista
Después de meses de polémica y de recursos judiciales, el gobierno de Corea del Sur concedió al Consejo Cristiano de Corea permiso para construir un enorme árbol de navidad en la cima de Aegibong, una colina de 165 metros de alto junto a la frontera con Corea del Norte, un régimen ferozmente ateo y comunista donde están prohibidos los símbolos navideños.
El árbol metálico y la cruz que está en su cima serán visibles por la población norcoreana que vive hasta unos 10 km de distancia de la frontera.
El ministerio de Defensa de Seúl garantizó "protección" a los fieles cristianos que se reunan para la ceremonia del encendido de las luces.
La estructura será de dimensiones aún no claras, "entre los 9 y los 35 metros de altura".
Seúl todavía no decidió si conceder o no al grupo cristiano reponer el árbol original, altísimo, demolido en noviembre, después de 43 años.
Para los funcionarios del gobierno surcoreano de Park Geun-hye, la destrucción del viejo árbol fue "motivada por razones de seguridad". La estructura era vieja y deteriorada.
"No hemos decidido aún, si el nuevo podrá ser tan alto como el original o si tendrá dimensiones menores".
El encendido está prevista para el 23 de diciembre, cuando los miembros del Consejo se reunirán para una función religiosa y el canto de villancicos navideños. El árbol permanecerá encendido y visible por dos semanas.
Construido en 1971- en pleno antagonismo entre las dos Coreas- la enorme estructura fue encendido en fases alternas, siguiendo las políticas de vez en vez, distendidas o provocativas del gobierno de Seúl en relación con el régimen.
En el año 2004, con mucha publicidad, Seúl declaró que el árbol "no sería más iluminado "porque" se había encontrado un acuerdo" con Pyongyang.
Sin embargo en el 2010, después del hundimiento de la corbeta sud-coreana Cheonan, en el cual murieron 43 personas, volvieron las luces navideñas.
El árbol metálico y la cruz que está en su cima serán visibles por la población norcoreana que vive hasta unos 10 km de distancia de la frontera.
El ministerio de Defensa de Seúl garantizó "protección" a los fieles cristianos que se reunan para la ceremonia del encendido de las luces.
La estructura será de dimensiones aún no claras, "entre los 9 y los 35 metros de altura".
Seúl todavía no decidió si conceder o no al grupo cristiano reponer el árbol original, altísimo, demolido en noviembre, después de 43 años.
Para los funcionarios del gobierno surcoreano de Park Geun-hye, la destrucción del viejo árbol fue "motivada por razones de seguridad". La estructura era vieja y deteriorada.
"No hemos decidido aún, si el nuevo podrá ser tan alto como el original o si tendrá dimensiones menores".
El encendido está prevista para el 23 de diciembre, cuando los miembros del Consejo se reunirán para una función religiosa y el canto de villancicos navideños. El árbol permanecerá encendido y visible por dos semanas.
Construido en 1971- en pleno antagonismo entre las dos Coreas- la enorme estructura fue encendido en fases alternas, siguiendo las políticas de vez en vez, distendidas o provocativas del gobierno de Seúl en relación con el régimen.
En el año 2004, con mucha publicidad, Seúl declaró que el árbol "no sería más iluminado "porque" se había encontrado un acuerdo" con Pyongyang.
Sin embargo en el 2010, después del hundimiento de la corbeta sud-coreana Cheonan, en el cual murieron 43 personas, volvieron las luces navideñas.
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