Esperanza para los huérfanos en la casa-hogar de Meki, en Etiopía: algunos ya van a la universidad
Let Children Have Home es una casa-hogar para huérfanos en Meki, Etiopía, a 130 km al sur de Addis Abeba, que desde octubre de 2011 gestiona la Fundación Pablo Horstmann, con sede en Madrid, colaborando con la diócesis de Meki (en realidad, un vicariato apostólico).
El centro acoge 33 huérfanos y también ayuda a muchos otros niños externos (acogidos por vecinos o familiares) con becas para alimentación, salud y plazas en escuelas católicas. En total, la organización en Meki cuenta con un programa de becas con 350 beneficiarios, de los que que 115 son chicas.
La mayoría de los huérfanos del centro conseguirá entrar en la universidad. La Fundación financia los estudios allí de 6 universitarios. Hace poco, una de sus "niñas", Elsa, que había entrado con 8 años, se graduaba ya como enfermera, para satisfacción de sus hermanos y ejemplo luminoso para otros niños.
Niños, voluntarios y personal de Let Children Have Home, la casa-hogar en Meki que impulsa la fundación Pablo Horstmann
La historia de Hanna
El periodista Antonio Paniagua ha recogido en los diarios del grupo Vocento un ejemplo del servicio en este centro católico en Etiopía. Es el caso de una chica adolescente, Hanna Batu.
"Hace trece años, cuando apenas tenía dos, Hanna Batu fue abandonada a las puertas de la misión de las hermanas salesianas en la ciudad de Ziway, a 170 kilómetros al sur de Addis Abeba, la capital de Etiopía. La niña sufría graves problemas de salud. Malnutrición severa, deficiencia cardíaca, dextrocardia y atresia tricúspide... Todo se conjuraba para que la pequeña no saliera adelante", escribe el periodista.
La hermana Nieves, misionera salesiana, llevó a la niña enferma y debilitada al hospital público Black Lion. Quedó ingresada, pero nadie se encargaba de ella, ni la alimentaban ni la cuidaban. La hermana Nieves entonces la llevó a un hospital católico en otra región del país. Cuidaban a la niña, pero la salud que ganaba con cuidados la perdía por su problema cardíaco.
Una operación al límite en Madrid
La religiosa entró en contacto con el Hospital Ramón y Cajal de Madrid y con Ana Sendagorta, oftalmóloga y presidenta de la Fundación Pablo Horstmann. Sendagorta tramitó la petición y la niña -Hanna, es decir, Ana, como la oftalmóloga- viajó a Madrid con 3 años. La cirugía fue difícil: más de 6 horas, dos paradas cardíacas... Sobrevivió. Después, 3 semanas en la UCI y 9 meses recuperándose con una familia que la acogió.
La niña volvió a Etiopía y la casa-hogar se convirtió en su familia. Ahora tiene 15 años y necesita de nuevo pasar por el quirófano. Las misioneras y la Fundación la acompañarán.
"A Hanna Batu le gusta cantar y pasa mucho tiempo con sus hermanos pequeños, a los que cuida como una hermana mayor. Cursa el primer curso de secundaria en el colegio católico de Meki. Ella es la semilla de lo que actualmente constituye un proyecto integral auspiciado por la fundación: una clínica materno-infantil de referencia en la región, una casa-hogar, un programa de becas escolares a niños huérfanos externos, una guardería, y grupos de ahorro para mujeres solas en situación de vulnerabilidad. En 2022 se ampliará la iniciativa con la apertura de una clínica oftalmológica".
Más información en www.fundacionpablo.org