La villa del Mitra en Cabra (Córdoba)
Mithras Tauroktonos de Cabra (Córdoba)
En Julio de 2011, se publicaba la tercera adenda modificativa de la Ruta Bética Romana compuesta por los municipios de Santiponce, Carmona, La Luisiana, Écija, Almodóvar del Río, Córdoba, Montoro, Almedinilla, Puente Genil, Osuna, Marchena, Jerez de la Frontera, Cádiz y Tarifa.
En esta ocasión tenía prioridad, entre otras, la reordenación para la visitas a la villa romana de Fuente Álamo en Puente Genil y la comercialización de la villa romana de El Ruedo en Almedinilla. En Diciembre, el ministro de Fomento José Blanco firmaba cuatro convenios de colaboración para la recuperación de patrimonio histórico de Andalucía con cargo a los fondos que se generan para el 1% cultural, entre ellos, la villa romana de Río Verde en Marbella. Mientras tanto, un activo cultural egabrense, espera posibles actuaciones.
Fue mucho más que un hallazgo, mucho más que un descubrimiento que tuvo lugar en otoño de 1951. Francisco Castro Córdoba, en compañía de sus hijos Antonio y Francisco, se toparon con una escultura de mármol “al cavar un hoyo para plantar cierto árbol” en su huerta de la Fuente de las Piedras. El progenitor, sin saber que hacer, decidió ocultarla bajo una higuera. Poco tiempo después y, en agradecimiento a los servicios prestados, esta familia de hortelanos la regaló al abogado y secretario del consistorio egabrense Rafael Moreno La Hoz quien no tardó en dar cumplimiento a la ley relativa al Patrimonio Artístico Nacional de 1933. Samuel de los Santos Jener, por aquel entonces director del Museo Arqueológico de Córdoba, inició las gestiones mientras el eminente arqueólogo e historiador Antonio García y Bellido redactaba un exiguo pero vital artículo.
En la primavera de 1952, se hizo público el descubrimiento aunque pasaría mucho tiempo hasta la fecha de una excavación científica. En paralelo, se alzaban las primeras voces para la creación de un museo en Cabra.
Villa del Mitra. En la actualidad (L.P.M.)
Pero la excepcionalidad de esta escultura no fue un punto de partida, todo lo más, una etapa de letargo que todavía continua. Si en 2003 la responsable autonómica en materia de cultura (Carmen Calvo) señaló que se había iniciado el expediente para la declaración de Bien de Interés Cultural enfatizando además que era necesario que la titularidad de la Villa del Mitra fuera “al pueblo egabrense”, al año siguiente, el Ayuntamiento de Cabra solicitaba a la Junta de Andalucía que instruyera dicho expediente. Mientras, se denunciaban “posibles” situaciones de expolio en las inmediaciones de este yacimiento arqueológico.
En 2006, el edil de cultura del consistorio egabrense (Javier Ariza) avanzaba un proyecto de restauración que preveía un desembolso de 93.265 euros a desarrollar en 18 semanas al objeto de mantener, consolidar e interpretar. En 2009, la delegada provincial de cultura (Mercedes Mudarra) manifestó que le parecía “inaudito” que la Villa del Mitra aun no hubiera sido declarada Bien de Interés Cultural aunque su sucesor en el cargo (Joaquín Dobladez) afirmó en Cabra iniciar el expediente “que se espera tener culminado en unos meses y, una vez se compren los terrenos donde se encuentra enclavado el yacimiento por parte del Ayuntamiento, la Junta colaborará no sólo en su adquisición sino también para que éste sea visitable a medio plazo”. A la par de esta nueva declaración, el consistorio egabrense aprobaba (con la oposición de PA y PP) comprar los terrenos de la Villa del Mitra al precio propuesto en la tasación realizada por la Diputación Provincial de Córdoba y que era de 4 euros por metro cuadrado.
En Septiembre de 2011, el nuevo delegado provincial de cultura (Ramón López) afirmaba que se iniciaban los trámites para tan ansiada declaración, una declaración que permitiría a su vez formar parte de la Red de Espacios Culturales de Andalucía (RECA) para una mejor gestión, conservación y difusión. Mientras, la Villa del Mitra mantiene la calificación de yacimiento “especialmente protegido” por el vigente Plan General de Ordenación Urbana de Cabra aunque su estado de conservación de “bajo” haya pasado a ser lamentable. Hubiera sido mejor, como declaró hace ahora medio siglo García y Bellido, “dejar dormir estas ruinas hasta una ocasión más propicia, por lejana que nos parezca” aunque es mejor tomar ejemplo de lo acontecido en localidades vecinas donde la complicidad entre administraciones, la iniciativa privada y, lo más importante, el concurso de la ciudadanía hacen valer toda una expresión (“puesta en valor”) que constituiría una oportunidad de empleo y desarrollo.
Publicado en La opinión de Cabra
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