Iglesia del Salvador (Valladolid): legal pero letal

El Santísimo Salvador (Valladolid)

La intervención desvirtuadora, con daño histórico artístico, del presbiterio de la iglesia de El Salvador, Valladolid es similar, en mayor o menor grado, a la de la mayoría de las iglesias de Castilla y León.

La respuesta del Presidente de la Comisión Episcopal para el Patrimonio Cultural a mi denuncia del hecho y a una implícita petición de no permitir estos daños histórico artísticos en el interior de las iglesias fue la legal: “Sintiéndo mucho no poder hacer algo en el caso de Valladolid (la foto es bien elocuente), pero los poderes de una Comisión Episcopal son los que son”.



No hay un poder episcopal central sino estos asuntos son competencia de cada obispo en su diócesis, lo cual supone una tarea muy ardua, cercana a lo imposible, el defender el interior de las iglesias de España necesitados de esta tarea, que son la mayoría. Todo legal, pero letal, para el interior de las iglesias. 

De tiempo conocía esta respuesta pero no puedo dejar de pensar, y me siento arropado, que por vía de criterio, no de imposición podrían frenarse estos “desaguisados”, como los denomina José Mª Ballester, exDirector de Cultura y de Patrimonio Cultural y Natural del Consejo de Europa, en su artículo “El Concilio y los templos antiguos” que reproduzco y comento en el mío titulado “Hace cuarenta años”, o estas “restauraciones devastadoras” como las denomina la Circular de la Pontificia Comisión para la Conservación del Patrimonio Artístico e Histórico de la Iglesia, de15.10.1992, que en los párrafos 5 y 6 dice: “hay justificadas quejas por ventas indebidas, por restauraciones devastadoras, arguyendo motivos de adaptación litúrgica".

¿No justifica este documento pontificio utilizar la vía de criterio? ¿No lo demanda la armonía, el esplendor, el carácter- así definido por José Mª Ballester- y la singularidad del interior de miles de iglesias españolas? ¿No se merecen la misma deferencia histórico artística que el interior de las iglesias de Roma y otras? ¿No interviene la CEE por vía de criterio, o similar, en asuntos con ruido mediático?

La respuesta del alto clero a las cartas de denuncias de “restauraciones devastadoras” en el interior de las iglesias suele ser de cortesía o de confiar en los responsables de patrimonio o no considerar la denuncia. Todo legal. No es exagerado decir del interior de la mayoría de las iglesias, salvo escasas excepciones, de Castilla y León y de otras regiones, que de legalidad en legalidad han perdido la armonía global heredada en el interior de las iglesias, semejante a lo que dijo la oposición alemana en la segunda guerra mundial: “de victoria en victoria hasta la derrota total”.



La estética es difícil de definir pero no de comparar. Cualquier persona, más si tiene sensibilidad aunque no sea especialista en todo, advierte la calidad de un producto sobre otro si tiene los dos a la mano. Unas cuantas comparaciones entre retablos respetados y otros no, presentadas en las jornadas anuales de arte sacro de la Conferencia Episcopal Española para los Bienes Culturales y otras jornadas, podrían inducir propósitos de enmienda estética en el interior de las iglesias.

El presidente de la conferencia episcopal polaca, Josef Michailik, manifestó en recientes problemas en la curia que: “ésta es una ocasión para demostrar que la Iglesia no tiene miedo de la verdad y, todavía menos, del pasado. Estamos dispuestos a afrontarla y a poner en marcha un proceso de purificación. La Iglesia siempre necesita reformarse”, (ABC, 13.01.2007, pag. 33).

Francisco Javier Lorente Páramo
Crítico de arte