Hungría crea una secretaría de Estado con 3 millones de euros para ayudar a cristianos perseguidos
Tras la visita la semana pasada del Primer Ministro húngaro, Viktor Orbán, al Papa Francisco, Hungría ha anunciado la creación de una Secretaría de Estado, con un presupuesto de 3 millones de euros anuales, para ayudar a los cristianos perseguidos de todo el mundo, según informa una noticia breve del diario conservador húngaro Magyar Idok, que no detalla los límites de esta Secretaría.
La nueva estructura se crea "para luchar de una manera efectiva y con la autorización del gobierno contra todo tipo de persecuciones contra cristianos" y está enmarcada dentro del Ministerio de Recursos Humanos, dirigido por el ministro Zoltán Balog.
En el encuentro con el Papa de la semana pasada en Roma, Viktor Orbán, que es protestante, tuvo ocasión de hablar con varios líderes cristianos de Oriente: el Patriarca de los católicos siríacos, Ignacio José III Yonan, el Patriarca católico maronita, Béchara Boutros Rai, el obispo grecocatólico de Alepo, Jean-Clement Jeanbart, el Patriarca de los siríacos ortodoxos, Ignacio Efrén II, y el obispo copto Anba Gabriel.
En los últimos años, Viktor Orbán se ha mostrado muy crítico con las oleadas de refugiados y de migrantes de países islámicos que pretenden establecerse en Europa.
Hungría cuenta con algo menos de 10 millones de habitantes (el equivalente a la población conjunta de Andalucía y la región murciana). Tras años de dictadura atea comunista hasta la Caída del Muro de Berlín, su población incluye un 58% de católicos y un 13% de protestantes. El resto de los habitantes se declaran "no creyentes/agnósticos" según el Eurobarómetro 2012.
Tradicionalmente, Hungría fue un muro cristiano contra la expansión del Imperio Otomano, y después formó parte del Imperio Austro-Húngaro, una monarquía católica multiétnica y multicultural.
La nueva estructura se crea "para luchar de una manera efectiva y con la autorización del gobierno contra todo tipo de persecuciones contra cristianos" y está enmarcada dentro del Ministerio de Recursos Humanos, dirigido por el ministro Zoltán Balog.
En el encuentro con el Papa de la semana pasada en Roma, Viktor Orbán, que es protestante, tuvo ocasión de hablar con varios líderes cristianos de Oriente: el Patriarca de los católicos siríacos, Ignacio José III Yonan, el Patriarca católico maronita, Béchara Boutros Rai, el obispo grecocatólico de Alepo, Jean-Clement Jeanbart, el Patriarca de los siríacos ortodoxos, Ignacio Efrén II, y el obispo copto Anba Gabriel.
En los últimos años, Viktor Orbán se ha mostrado muy crítico con las oleadas de refugiados y de migrantes de países islámicos que pretenden establecerse en Europa.
Hungría cuenta con algo menos de 10 millones de habitantes (el equivalente a la población conjunta de Andalucía y la región murciana). Tras años de dictadura atea comunista hasta la Caída del Muro de Berlín, su población incluye un 58% de católicos y un 13% de protestantes. El resto de los habitantes se declaran "no creyentes/agnósticos" según el Eurobarómetro 2012.
Tradicionalmente, Hungría fue un muro cristiano contra la expansión del Imperio Otomano, y después formó parte del Imperio Austro-Húngaro, una monarquía católica multiétnica y multicultural.
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