El primer detenido por incendiar la catedral de Nantes sí era culpable y ha terminado confesando

Una semana después del incendio de la catedral de Nantes, declarado el sábado 18 de julio, la Policía francesa ha resuelto el caso con la confesión del culpable. Se trata del voluntario ruandés de 39 años que colaboraba en el templo y servía como acólito en algunas misas, y que fue detenido a las pocas horas del siniestro y puesto en libertad sin cargos.

Pero los investigadores del caso sospechaban de él porque él cerró el templo el viernes por la noche (aunque el administrador de la diócesis, François Renaud, había atribuido esa responsabilidad a otra persona), y las llamas aparecieron a las 7.45 horas de la mañana. Esa misma tarde, informa Le Monde, los agentes ya tuvieron acceso a un largo e-mail que ha resultado la principal prueba incrimnatoria.

Fue escrito la noche anterior al fuego, y en él, según explicó el fiscal de Nantes, Pierre Sennès, reconoce "problemas personales" y manifiesta su "rencor hacia diferentes personalidades que, según él, no le habían apoyado en sus gestiones administrativas".

Orden de expulsión y regularización denegada

El ahora formalmente acusado expresaba en ese correo encontrarse "en un círculo vicioso deplorable" y padeciendo "crisis de angustia". Apelando a "todas las víctimas de este sistema que conduce a la injusticia", imploraba a sus destinatarios que rezasen por él: "Para que el Espíritu Santo me acompañe", decía.

Según el diario francés, sobre este refugiado, que según el rector de la catedral, Hubert Champenois, contaba con toda su confianza, pendía desde el 15 de noviembre de 2019 una orden de abandonar el territorio francés. Él había formulado peticiones de regularización que no fueron atendidas.

El detenido es católico y vivía en un casa de acogida franciscana. En su correo electrónico se muestra también resentido porque en diciembre de 2018 fue agredido en el atrio de la catedral y, según él, "todo el mundo cerró los ojos" ante su "frágil estado de salud".

Según relató este domingo el fiscal, cuando el domingo 19 fue detenido, hubo que esperar hasta la tarde para encontrar un intérprete y que respondiese a las preguntas de los investigadores. Luego fue puesto en libertad.

El laboratorio central de la Prefectura de Policía de París detectó enseguida huellas de producto inflamable, por lo cual desde los primeros momentos se supo que el incendio había sido provocado, y así lo expresó Sennès el mismo día del incendio.

Procedieron entonces a hablar con todos los vecinos de la plaza y a revisar todas las cámaras de seguridad de establecimientos del perímetro. Finalmente encontraron la silueta de un hombre en las inmediaciones de la catedral quince minutos antes de que los bomberos recibieran las primeras llamadas de alerta. Creen que puede ser identificado como el sospechoso.

El voluntario ruandés fue interrogado de nuevo ayer sábado en su habitación. Al principio negó los hechos, pero una vez ante el juez instructor, en la madrugada de este domingo terminó por reconocer que había prendido fuego en tres puntos: el órgano grande (que quedó totalmente calcinado), el órgano pequeño y el cuadro eléctrico.

Sus movitaciones parecen "confusas" y volverá a ser interrogado, además de pasar un examen psiquiátrico.