Ordenado este sábado
De padre musulmán, se bautizó en 2001 y ya es sacerdote
Nur Nassar dice hoy su primera misa en el pueblo que le vio crecer en circunstancias poco frecuentes.
Este sábado fue ordenado sacerdote en la catedral de Novara el joven italiano Nur Nassar, de 31 años, quien dirá hoy su primera misa en el pueblo donde nació, Domodossola, una pequeña localidad de 18.000 habitantes cercana a la frontera suiza donde viven sus padres y sus dos hermanos.
Y lo hará en la parroquia donde se bautizó hace once años, en 2001, cuando era un veinteañero. Su caso es un poco particular, y de ahí que lo hayan recogido diversos diarios transalpinos.
Los padres de Nur se conocieron en 1976 durante un encuentro juvenil para fomentar la interculturalidad. Él, Adel Nassar, era egipcio y musulmán; ella, Inés Rovereti, italiana y católica. Se casaron por la Iglesia, pero no educaron a sus hijos en ninguna de las dos religiones, para que ellos escogiesen cuando fuesen mayores. Tuvieron tres: Nur es el primogénito, y luego vinieron Karim y Nadir.
Nur frecuentaba el centro de animación del oratorio de Domodossola, adonde también acudía su madre y que era dirigido por un sacerdote. "Así comenzó mi itinerario de fe", recuerda el misacantano, "aunque para el giro más importante, el de la vocación, tuvo que pasar más tiempo". Fue a través de otro sacerdote que llegó al pueblo, y del trato con un misionero, como se decidió a bautizarse primero, en 2001, y a ingresar inmediatamente en el seminario.
En la colegiata del pueblo dirá este domingo a las 10.30 su primera misa, en el mismo lugar donde recibió el agua bautismal: "Fue uno de los momentos más hermosos, porque sellaba mi adhesión al cristianismo como elección madurada, no sólo como repetición de una tradición", concluye Nur.
Y lo hará en la parroquia donde se bautizó hace once años, en 2001, cuando era un veinteañero. Su caso es un poco particular, y de ahí que lo hayan recogido diversos diarios transalpinos.
Los padres de Nur se conocieron en 1976 durante un encuentro juvenil para fomentar la interculturalidad. Él, Adel Nassar, era egipcio y musulmán; ella, Inés Rovereti, italiana y católica. Se casaron por la Iglesia, pero no educaron a sus hijos en ninguna de las dos religiones, para que ellos escogiesen cuando fuesen mayores. Tuvieron tres: Nur es el primogénito, y luego vinieron Karim y Nadir.
Nur frecuentaba el centro de animación del oratorio de Domodossola, adonde también acudía su madre y que era dirigido por un sacerdote. "Así comenzó mi itinerario de fe", recuerda el misacantano, "aunque para el giro más importante, el de la vocación, tuvo que pasar más tiempo". Fue a través de otro sacerdote que llegó al pueblo, y del trato con un misionero, como se decidió a bautizarse primero, en 2001, y a ingresar inmediatamente en el seminario.
En la colegiata del pueblo dirá este domingo a las 10.30 su primera misa, en el mismo lugar donde recibió el agua bautismal: "Fue uno de los momentos más hermosos, porque sellaba mi adhesión al cristianismo como elección madurada, no sólo como repetición de una tradición", concluye Nur.
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