Melanie Phillips, del Daily Mail
Una columnista del Reino Unido es amenazada de muerte por oponerse a la agenda del lobby gay
Después de haber criticado los planes para insertar materiales homosexuales en todas las materias del currículo en las escuelas de Gran Bretaña.
Una prominente columnista conservadora del Reino Unido dijo que ha recibido amenazas de muerte después de haber criticado los planes para insertar materiales homosexuales en todas las materias del currículo en las escuelas de Gran Bretaña. Al escribir en el Daily Mail esta semana, Melanie Phillips dijo que había estado esperando una reacción “que respaldara ampliamente la verdad de lo que yo había escrito”.
“Sin embargo, la respuesta superó incluso mis expectativas”.
Durante la última semana dijo que “he sido sometida a un flujo extraordinariamente viciado de odio y de incitación a la violencia” a través de mensajes de correo electrónico, en Internet y en medios de comunicación.
“Si el lobby gay se había propuesto tratar de probar mi punto, no podría haber hecho un mejor trabajo”.
Phillips había afirmado que los homosexualistas están intentando ahora reprimir cualquier oposición pública a sus objetivos políticos. Dijo que la reacción a esta declaración pone de manifiesto una “mentalidad totalitaria” básica que está detrás de la agenda homosexualista.
“Por cierto, la total incapacidad de los que me sometieron a tal abuso para darse cuenta que, de hecho, ellos están escupiendo la intolerancia y la incitación a la violencia tan odiosas de las que acusan a los demás, sería divertida si no fuera tan espeluznante”.
En su artículo del 24 de enero, titulado “Britain’s New McCarthyites” [Nuevo maccarthismo en Gran Bretaña], Phillips afirmó que los planes para insertar referencias a las relaciones homosexuales en todo el currículo de las escuelas no son más que “una maniobra respaldada por el gobierno para promover la agenda homosexual”.
Se refirió a los numerosos casos en los que la oposición de los cristianos o de otros que mantienen las costumbres sexuales tradicionales ha sido anulada a través de acciones en los tribunales. “Lo que antes era un intento de poner fin a las actitudes desagradables hacia una pequeña minoría sexual se ha convertido en una especie de intolerancia a la inversa”, escribió.
“Expresar lo que solía ser la norma moral de la civilización occidental es ahora no sólo socialmente inaceptable, sino que inclusive convierte a las personas honradas en transgresoras de la ley”.
Phillips dijo: “[Cuál fue] la respuesta a esta advertencia en contra de un intento del lobby gay para silenciar la disidencia? Una irrupción de los tweets en Twitter sugiriendo que yo debería ser asesinada”.
Ella ofreció ejemplos, incluyendo “Alguien mate a Melanie Phillips, por favor”, “tu diatriba homofóbica equivale a lo que sale del recto de un perro. Mátate a ti misma****””; y “arrójala en el Támesis”.
Los correos electrónicos que recibió la llamaron una “horrible mujer vieja, vil y venenosa” y “personas como tú deben ser silenciadas cuando tu pensamiento (sic) [expresa] intolerancia y miedo. Ve e inhala un tubo de gas, enférmate de cáncer, QUE TE ATROPELLE UN TREN. Espero que tu ******* casa se incendie”.
Phillips, quien es judía, es una columnista libertaria políticamente conservadora que trabaja para el Spectator y hace en gran parte comentarios sobre Israel, sobre la crisis mundial de la violencia islámica, y escribe más en general sobre temas culturales. En su nuevo libro, “The World Turned Upside Down” [El mundo al revés], Phillips ha denunciado la pérdida y agravio y de la creencia religiosa judeo-cristiana, que “ha significado que Occidente haya reemplazado la razón y la verdad con la ideología y los prejuicios, que se aplican en la forma de de una inquisición secular.
“El resultado ha sido una especie de enajenación masiva, cuando la verdad y la mentira, el bien y el mal, la víctima y el agresor están totalmente puestos al revés”.
“Por eso Occidente está perdiendo tanto su racionalidad y sus libertades. Está sucumbiendo a un ‘totalitarismo blando’, que no sólo está creando un desagradable estado de ánimo de intolerancia, sino que está minando su capacidad para defenderse contra la agresión islámica”.