Mayor Oreja: «En las homilías han de hablar del debate cultural, hay récord de leyes anticristianas»
"Yo no pertenezco a ningún partido ya. Me fui del PP hace 4 años, sin ruido. No presumo de haberlo dejado, pero ya no estoy. Creo que hay que votar muy en conciencia", dijo Jaime Mayor Oreja, en una charla online el 28 de mayo, con preguntas sobre las elecciones europeas del 9 de junio, invitado por Corriente Social Cristiana.
Jaime Mayor Oreja fue Ministro español de Interior de 1996 a 2001, y portavoz del Partido Popular español en el Europarlamento, de 2004 a 2014. Desde 2019 impulsa la plataforma europea One of Us (ahora dirigida por Marina Casini) y desde 2021, en España, la plataforma Neos.
Los asistentes le preguntaron a quién proponía votar en las elecciones europeas. Como presidente de Neos, no quiso dar unas siglas, pero sí dio unas orientaciones. Tras asegurar que él, como muchos cristianos, se siente "políticamente huérfano", añadió: "No hay que votar nunca al mal menor, porque consolida el mal. Has de votar el bien aunque sea menor, has de votar al partido que, por alguna razón, destaque en conseguir algo bueno. En Europa, has de elegir entre consolidar lo que ya hay o votar un partido reactivo", dijo.
Pero lo que ya hay, había explicado antes, es bastante malo: una alianza entre socialistas, liberales y buena parte del Partido Popular Europeo para socavar y vaciar los valores iniciales de la Unión Europea, impulsando el aborto, la eutanasia o la ideología de género.
Así Macron, líder de los liberales, es el gran impulsor de colocar el aborto en la Carta Europea de Derechos Fundamentales, lo que ve como una forma de "marcar distancia" con EEUU, Donald Trump y, en general, la derecha.
Preguntado por opciones menores de voto, como el partido de Alvise Pérez contra la corrupción, dijo que contaban con su respeto, pero que aunque esas opciones logren un par de eurodiputados luego "no van a ningún sitio".
En el vídeo, la charla completa y turno de preguntas de Mayor Oreja (1 hora):
¿Un partido cristiano? Sí, pero tardará en llegar
Le preguntaron si los cristianos deberían impulsar un partido cristiano o de valores claramente cristianos. Dijo que sí, pero que aún falta.
"¿Un partido de humanismo cristiano sin dobleces? Sí, habrá que hacerlo. Pero lo harán otros, yo ya estoy mayor. La gente se irá dando cuenta, ante el avance del relativismo, que el debate será entre los fundamentos cristianos o el relativismo, que es una asociación extraña de marxismo cultural, de positivismo jurídico, de cancelar a quien no lo acepte y de relativismo moral. Los que defendemos unos fundamentos no somos fundamentalistas, sino vanguardistas", matizó.
"Quizá organizaciones como Neos y otras similares lleguen a ser un partido en el futuro. Pero no se puede saltar a crear un partido cristiano "porque sí". Antes hay que pasar una travesía en el desierto y encontrar el momento adecuado. Lo harán jóvenes. Hoy es el momento de sembrar esos fundamentos cristianos. Luego, con tenacidad y autenticidad, esas organizaciones sociales pasarán a lo político", afirmó.
La Iglesia: incomparecencia y mediocridad
Criticó que las asociaciones civiles y la misma Iglesia no lo han estado haciendo bien.
"Por desgracia la partitocracia hoy ocupa casi todo el espacio público. Pero parte de culpa es de las asociaciones civiles, que a veces preferimos ser cabeza de ratón y no hacemos un cuerpo de león", comentó, contra la dispersión y debilidad de estas asociaciones. Neos, dijo, intenta fomentar la unidad con otras asociaciones afines.
Otro problema hoy, dijo, es que "se fomenta la mediocridad". "Un joven de 25 años con inteligencia no se dedicará a la política. Y también en la Iglesia, en el nombramiento de obispos, busca la mediocridad", lamentó.
"Los católicos somos minoría, vale, pero ¡seamos minoría creativa, auténtica y participativa!", pidió. "La fe no se impone, pero tampoco hay que esconderla. Esa minoría se ha de saber organizar. Hoy, por desgracia, los católicos no tienen masa crítica suficiente. Cada uno debe preguntarse: ¿cómo yo puedo participar más?"
Preguntado por el concepto de "batalla cultural", matizó: "No sé si es un acierto usar la palabra 'batalla cultural'. El filósofo Fabrice Hadjadj nos decía hace unos días que los del otro bando no tienen ni una cultura, que están fuera de la razón. Pero ¿eso no es una batalla cultural? Hadjajd dice que evitemos que nos domine la incultura. Pero luego hay clérigos, y otros, que nos dicen: "No hagamos nada, nuestro ruido les radicaliza, estemos escondidos". Quieren que practiquemos la incomparecencia... ¡pero los frutos de la incomparecencia ya los hemos visto! En este partido estamos perdiendo 8 a 1... ese 1 es el trabajo de Neos y asociaciones similares", aseguró el ex-político.
Retomó el tema más adelante. "La Iglesia parece creer que lo más inteligente es no estar, es retraerse con dudas interiores. Pero yo creo que en un partido de fútbol, si llegas a mitad de partido y pierdes 3 a 0 y te dicen que es mejor no jugar, ¡entonces vas a perder seguro! Lo que desanima de verdad es no actuar y meterse debajo de la cama", constató.
El Parlamento Europeo en Bruselas... con sus sombras, foto de Ben Garratt en Unsplash.
Pánico a discrepar en el partido, por comodidad
Señaló que en España, en todos los partidos, hay pánico a discrepar, "en la izquierda, por la vendetta y la venganza; en la derecha, por comodidad". Muchos políticos callan. "Claro, Jesús dijo la verdad siempre y acabó en la Cruz. Yo diagnostiqué lo que pasaría en España hace ya 20 años. Hablé, lo dije, en cierta soledad, ya desde el Parlamento Europeo. No me escuchaban, pero no me callé", asegura.
Preguntado por el equilibrio entre la evangelización y la acción política, dijo: "La fe no hay que encerrarla en casa, pero si es auténtica, se ha de hacer cultura y estar en el ámbito público. Hay que dar doctrina y con esa actitud, evangelizar. La incomparecencia cultural es letal. El obispo Munilla, en Lisboa, en un encuentro de One of Us, me comentó que un obispo ortodoxo le dijo: 'ustedes los católicos, han de ser más ortodoxos, y nosotros, más católicos y universales'".
Añadió Mayor Oreja: "Yo hablo con párrocos ejemplares que llenan iglesias en Madrid, y les digo que en las homilías tienen que hablar algo del debate cultural, porque tenemos un récord de leyes anticristianas en España, en tan solo 4 años, con la eutanasia, el aborto, el cambio de sexo, todo por mera autodeterminación... Los sacerdotes han de dedicar más tiempo al debate cultural. Además de procesionar al Cristo y a la Virgen ¡habrá que defender la vida! Y los laicos en la vida pública no tenemos que esconder nuestra fe. Hay que vivir como si Dios existiera, católicos y no católicos, vivir con límites y normas".
En el Parlamento Europeo ya hacen escraches a los cristianos
Sobre la situación de los cristianos o los políticos con valores en el Parlamento Europeo dijo que allí "cada vez será más difícil organizar eventos. Nuestros últimos eventos [de One of Us y entidades cercanas] sufrieron escraches, incluso los funcionarios abucheaban a los asistentes, hace 5 meses, en la entrada del Parlamento Europeo".
Pone además un ejemplo del poder de la masonería, al menos en Francia. "Yo no sé lo que es la masonería. Ni siendo ministro de Interior supe lo que es. Pero he sido testigo de una persona cercana a mí, eurodiputado francés, con un cargo importante, que me dijo, siendo católico conservador: 'no puedo votar como tú porque me ha escogido la francmasonería'. De eso soy testigo de primera mano. No sé cómo será la masonería española, pero en Francia es así".
Sobre la situación en Europa, en el contexto de la guerra de Ucrania y la de Gaza, dijo: "Estas guerras hace 10 años no se habrían producido. Nuestros enemigos ven que Occidente es débil, que está en crisis. Lo diré en términos políticamente incorrectos: hemos perdido la fe, hemos normalizado la ausencia de Dios en la vida pública. Cuando los padres fundadores de la UE la crearon, buscando una bandera, tenían ideas comunes. La UE nació con alma, pero sin cuerpo, y hoy tenemos presupuesto y fuerza, tenemos cuerpo, pero sin alma. La religión ahí tiene un papel", explicó.
"Nuestra civilización hoy es una civilización de fin de semana, solo nos importa el fin de semana. Es lo único innegociable: la comodidad", lamentó.
Un tercio del Partido Popular Europeo vota como los socialistas
Tras 10 años en el Europarlamento, en dos legislaturas, "como encargado de estrategia de nuestro eurogrupo popular, me di cuenta de que nuestro eurogrupo [Partido Popular Europeo] no tenía estrategia porque no tenía valores comunes sobre eutanasia, familia, aborto... Siempre se fragmentaba, según lo que declaraba cada directiva de cada país. El debate de fundamentos, que me parecía el más importante, vi que no nos unía. Insistí en la importancia de los fundamentos. Conseguí muy poquito", admite.
"El PPE era el grupo más votado, pero no mandábamos. Teníamos que pactar con socialistas y liberales, pero cuando había un debate de fundamentos, siempre se escoraba a la izquierda. Franceses y alemanes dominaban el escenario, sobre todo las izquierdas. Los liberales llevan al Parlamento europeo a los más resentidos, lo peor. Y en los diez años que no estoy allí, ha empeorado".
En 2019, cuando se debatieron temas de valores, afirma, al menos un tercio del PPE se fue "en la mala dirección, votando con liberales y socialistas". Recuerda que entre los liberales están los eurodiputados nacionalistas vascos y catalanes.
Sobre los partidos "más a la derecha", comenta: "Si son 'una reacción', ¿en qué han fallado los partidos populares tradicionales para que nazcan? En que han dejado de ser democristianos, se han hecho acomplejados o les ha podido la comodidad. Pero no bastará con una reacción si no se ata a las raíces. Pasa como en la Alemania de los años 30: se hunde el centro".
Después de hacer una valoración de los sondeos, su conclusión es que cambiarán pocas cosas tras las elecciones: aunque la izquierda pierda muchos eurodiputados, el PPE, los socialistas y los liberales pactarán el reparto del poder.
"¿Nadie dirá la causa de las causas de lo que pasa? ¿Por qué ese miedo a hablar de la traición al nacimiento de la Unión? Hasta el documento de "Reformistas para Europa" me causó una cierta decepción: hablaban de 'las tradiciones' pero no de la crisis causa de todo. Nos creemos superiores a nuestros antepasados, a nuestros abuelos, pero a medida que te alejas de Dios creemos ser pequeños dioses. Eso ha causado también una crisis en la Iglesia", aseguró.
Al final del encuentro, su anfitrión, Josep Miró i Ardèvol, presidente de Corriente Social Cristiana, recordó que esta asociación se presenta como "un proyecto para el ámbito político sin ser un partido" y animó a los interesados en política y vida pública a visitar su web elcorrent.org y considerar hacerse socios.
El pasado fin de semana, la veterana asociación E-Cristians y Corriente Social Cristiana se fusionaron en una única entidad. "Hemos dado un paso decisivo para romper la tendencia a la atomización de las entidades cristianas", declara Miró.
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