López Schlichting recuerda como Coronel de Palma supo «anticipar» esta oleada de pensamiento único
En su programa Fin de Semana de COPE, la conocida locutora Cristina López Schlichting quiso tener un recuerdo especial para Alfonso Coronel de Palma, fallecido de manera repentina, y que fue entre otras cosas presidente de la emisora. A él le unía una buena amistad e incluso colaboró con ella cuando presentaba el programa de la tarde.
Esta es la parte del editorial que Cristina quiso dedicar al que era expresidente de la ACDP:
Rara vez, rara vez escuchas a un hombre hablar de su muerte. Vivir feliz, para llegar a la vida eterna. Así vivió y así ha muerto nuestro amigo y compañero Alfonso Coronel de Palma. Quizás no sepas quien es, ni que fue presidente del Univerdad San Pablo CEU y después presidente de esta casa, pero ha sido parte de nuestra historia y de la historia de este equipo y sobre todo es uno que ya he hecho el camino que haremos todos.
Alfonso tenía 54 años. El lunes se encontró mal en una reunión, acudió al hospital y no dio tiempo a más, murió de un infarto fulminante. De repente nos recordó a todos que hemos de morir y nos ha dejado descolocados. A nosotros concretamente recordando el primer día de la tarde con Cristina cuando aquel programa empezó en COPE y el Alfonso se incorporó a las tertulias.
Era un tío estupendo, alto y con una cabezota grande y noble como su corazón. En la universidad conquistó a base de un asedio pertinaz a Merche de la Mata y tuvieron 6 hijos que han tenido el raro privilegio de criarse con unos padres enamorados hasta las trancas.
Los ojillos de Alfonso eran una mezcla de picardía y compasión se daba cuenta de lo tonto y limitado que es el ser humano y de lo grande que es el misterio de la vida. Alfonso Coronel de Palma tenía una fe de niño, inmensa como la de Juan Pablo II, una fe frontal absoluta, plácida que alumbraba una enorme capacidad intelectual.
Gracias a él nacieron los congresos católicos y vida pública que influyeron definitivamente en el debate social español porque supo anticipar este tiempo de sociedad líquida donde el poder impone el pensamiento único.