El obispo de Córdoba: la Administración no ayuda a los pobres y los cristianos sin voz en política
Con motivo de la fiesta de la patrona de Córdoba, la Virgen de la Fuensanta, el obispo Demetrio Fernández mencionó en su homilía algunos de los males que afligen a la sociedad española y andaluza, incluyendo palabras duras contra los partidos políticos y la falta de voz de los cristianos en la política, especialmente en la defensa de la vida o la familia.
"En la ciudad de Córdoba sigue habiendo abortos provocados, matanza de inocentes en el seno materno. El domingo pasado, el Papa Francisco nos proponía el ejemplo de Madre Teresa de Calcuta, cuyo grito profético: “¡No los matéis, dádmelos a mí!” resuena en el corazón de quien no ha endurecido su conciencia ante el crimen abominable del aborto. ¿Qué diría hoy ante tantos embriones manipulados, congelados o aniquilados con tal de conseguir una fecundación in vitro a costa de lo que sea?", planteó el obispo.
"Hoy los cristianos, en este y en tantos otros temas, no tenemos voz en el Parlamento, no nos sentimos representados en ninguno de los partidos políticos del arco parlamentario. Todos han claudicado ante el pensamiento único, haciéndose indiferentes ante el clamor de esta matanza de inocentes", añadió.
Y después puso un ejemplo concreto de cómo la Iglesia intenta ayudar pero las administraciones no apoyan: "Las Adoratrices de Córdoba, que cuidan de mujeres jóvenes en riesgo de exclusión por su condición de embarazadas, no encuentran ayuda en las instituciones públicas. ¿Esos pobres no son nuestros pobres, esas madres, esos niños?"
El obispo indicó otras obras de misericordia en las que los cristianos pueden participar y colaborar con la Iglesia:
- La atención a los que surcan el Mediterráneo en busca de una vida mejor, la acogida del inmigrante, del prófugo, del que es expulsado de su tierra y no encuentra dónde ir.
- El interés por los que son perseguidos por causa de su fe, en tierras lejanas y entre nosotros.
- La atención real a los pobres, "no sólo para la foto, sino promoviendo su dignidad y atendiendo sus derechos. La ciudad de Córdoba acoge diariamente docenas y docenas de transeúntes, de personas sin techo. Cáritas diocesana en el albergue Madre del Redentor, a pocos pasos de aquí, acoge de 40 a 80 personas diariamente sin ninguna ayuda de los fondos públicos. Las necesidades básicas de todos estos pobres están sin cubrir por parte de la Administración, que mira para otro lado".
"En la ciudad de Córdoba sigue habiendo abortos provocados, matanza de inocentes en el seno materno. El domingo pasado, el Papa Francisco nos proponía el ejemplo de Madre Teresa de Calcuta, cuyo grito profético: “¡No los matéis, dádmelos a mí!” resuena en el corazón de quien no ha endurecido su conciencia ante el crimen abominable del aborto. ¿Qué diría hoy ante tantos embriones manipulados, congelados o aniquilados con tal de conseguir una fecundación in vitro a costa de lo que sea?", planteó el obispo.
"Hoy los cristianos, en este y en tantos otros temas, no tenemos voz en el Parlamento, no nos sentimos representados en ninguno de los partidos políticos del arco parlamentario. Todos han claudicado ante el pensamiento único, haciéndose indiferentes ante el clamor de esta matanza de inocentes", añadió.
Y después puso un ejemplo concreto de cómo la Iglesia intenta ayudar pero las administraciones no apoyan: "Las Adoratrices de Córdoba, que cuidan de mujeres jóvenes en riesgo de exclusión por su condición de embarazadas, no encuentran ayuda en las instituciones públicas. ¿Esos pobres no son nuestros pobres, esas madres, esos niños?"
El obispo indicó otras obras de misericordia en las que los cristianos pueden participar y colaborar con la Iglesia:
- La atención a los que surcan el Mediterráneo en busca de una vida mejor, la acogida del inmigrante, del prófugo, del que es expulsado de su tierra y no encuentra dónde ir.
- El interés por los que son perseguidos por causa de su fe, en tierras lejanas y entre nosotros.
- La atención real a los pobres, "no sólo para la foto, sino promoviendo su dignidad y atendiendo sus derechos. La ciudad de Córdoba acoge diariamente docenas y docenas de transeúntes, de personas sin techo. Cáritas diocesana en el albergue Madre del Redentor, a pocos pasos de aquí, acoge de 40 a 80 personas diariamente sin ninguna ayuda de los fondos públicos. Las necesidades básicas de todos estos pobres están sin cubrir por parte de la Administración, que mira para otro lado".
Comentarios