El alcalde de Madrid: «La acción de la Iglesia ha sido fundamental, como lo es en la vida ordinaria»
José Luis Martínez-Almeida lleva poco más de un año ejerciendo como alcalde de Madrid, pero en este tiempo le ha tocado vivir una de las mayores crisis de la historia reciente, la pandemia de coronavirus que en España se ensañó especialmente con la capital de España.
Sin embargo, el regidor ha salido reforzado de esta crisis en la que su gestión e imágenes como las de formar parte de una cadena humana en una parroquia para almacenar alimentos se ha quedado en la retina de muchos.
En una entrevista concedida a la revista Ecclesia, Martínez Almeida confiesa que en esta pandemia “la acción de la Iglesia ha sido fundamental, como lo es en la vida ordinaria”. Y explica que “las parroquias siempre tienen contacto y conocimiento directo de lo que está pasando en los barrios. Sin pedir nada, sin pensar en los riesgos, han estado desde el primer momento presentes, anticipando medidas para la emergencia social que se estaba viniendo encima. Solo puedo darles las gracias”.
Martínez-Almeida también ha participado tanto en la primera misa que se celebró en la Almudena por las víctimas, como en este último funeral al que asistieron los Reyes. El catolicismo no es ajeno a su propia vida, sino que desde su infancia ha tenido una vinculación importante a organizaciones católicas.
El alcalde cuenta que estudió en el colegio Retamar de Madrid, de espiritualidad del Opus Dei, mientras que estudió en la Universidad Pontificia de Comillas, perteneciente a los jesuitas. “Son los años básicos en la formación de una persona, los que da carácter y forma, tanto intelectual como humanamente. En mi caso, además, esta formación fue muy coherente con mi entorno familiar. Guardo muy buenos recuerdos de esos años; fue una etapa feliz que sentó las bases de las persona que soy ahora”. Sin embargo, hay aspectos en los que claramente no está tan cercano.
Durante estos meses ha vivido momentos muy duros, pues ha estado en la primera línea y ha visto en directo el mal que ha causado el coronavirus. En su opinión, la situación más “dolorosa” fue “sin lugar a dudas” la visita al Palacio de Hielo donde se acumularon los cuerpos de los fallecidos al estar los tanatorios saturados. “Me permitió comprender muy bien la envergadura de las cifras, cómo detrás de cada número había una persona y familias sufriendo. Sin duda me resquebrajé por dentro”, admite el alcalde de Madrid.
En su entrevista con Ecclesia, también afirma que “para esta crisis no había libro de instrucciones, todo era muy complicado. Fue complicado aguantar tantas semanas de confinamiento, es complicado reactivar la economía de la ciudad, medir la desescalada sin que proliferen contagios, establecer ayudas a la economía que tanto se ha resentido… al principio de la pandemia hubo que tomar medidas difíciles, antes de que se declarase incluso el estado de alarma, como el cierre de escuelas infantiles, enviar a los funcionarios a teletrabajar, parar los plazos de la Administración, o cerrar parques y jardines ese primer sábado. Pero me temo que nos quedan aún momentos difíciles que pasar: la crisis económica que tenemos encima y el tsunami de necesidades sociales”.
Tras la enorme crisis sanitaria llega la enorme crisis social que ya se vislumbra en los datos y en la calle. El alcalde asegura que “la voracidad de la crisis que ha provocado esta pandemia ha hecho que pida ayuda gente que nunca imaginaríamos que iba a recurrir a nuestros servicios sociales. El Ayuntamiento trabaja por atender a todos los que lo necesitan, de hecho procuramos sustento a más de 83.000 personas en la ciudad y preparamos ya la forma de cubrir estas nuevas necesidades sociales que no eran en absoluto previsibles hace solo unos meses. La ayuda de organizaciones religiosas y de vecinos es encomiable y muy de agradecer. Pero para conseguir una acción verdaderamente eficaz necesitamos compartir información y que se nos faciliten los datos de todos los que solo acuden a ellos para poder incluirlos en nuestro sistema de ayuda social. Es la única manera de atender ordenada y adecuadamente a todos aquellos que lo necesiten”.