La mitad de los católicos practicantes admite que nunca hace trabajo voluntario para la Iglesia

La Fundación Europea Sociedad y Educación (EFSE) ha publicado un detallado informe sobre religiosidad en España (aquí en PDF), a partir una encuesta online a 1.250 españoles de 18 a 75 años. Las preguntas se realizaron en noviembre de 2020, y preguntaban por las prácticas religiosas de antes de la pandemia.

Según esta encuesta, casi el 18% de españoles serían católicos practicantes (serían unos 8,5 millones de personas si aplicáramos el porcentaje también a los menores de edad).

Además, cuatro de cada 10 españoles se declararía católico no practicante (serían unos 19 millones de personas).

¿Cómo son los católicos practicantes españoles? Datos de un nuevo sondeo ofrecen este panorama:

- la mitad de los católicos practicantes dice rezar cada día
- la mitad NUNCA hace trabajos como voluntario en una iglesia u organización religiosa
- pero la mitad sí que habla de religión con parientes o amigos al menos una vez por semana

¿Y los católicos no practicantes?

- un 40% (es decir, 7 millones y medio) rezan al menos algunas veces al mes, o más (pero un tercio no reza nunca o casi nunca)
- un 10% (es decir, casi 2 millones de personas) hacen voluntariado en la Iglesia al menos alguna vez al año
- uno de cada cuatro dice que habla de religión con parientes y amigos al menos cada mes (y un 28% dice que nunca)

Los católicos no practicantes -especialmente los que rezan- son, pues, el gran espacio de población que está abierto a la espiritualidad y la fe pero que por alguna razón se mantiene a distancia de la Iglesia y con una relación completamente tibia.

Las razones de los no creyentes

El sondeo también pregunta a los no creyentes sus razones para declararse agnósticos, ateos o indiferentes. Los estrictamente ateos enseguida dicen que su gran motivación es que no creen en Dios, mientras que los agnósticos declaran sobre todo que no les gusta la postura de la iglesia en temas socio-políticos (un 43%) o que no les gustan las organizaciones religiosas (44%). Pocos dicen que su motivación radique en que no les gusten los líderes religiosos (sólo un 13%).

En una escala del 0 al 10, siendo el 0 “ninguna importancia” y el 10 “mucha importancia”, la importancia media dada a la religión en la vida de todos los españoles entrevistados es de 4, a bastante distancia del resto de cosas sobre las que se les preguntó: la salud (9,55), la familia (9,49), la educación (8,25), el bienestar económico (8,57), los amigos (8,30) o, incluso, la política (5,99). Una medida similar, según el Estudio Europeo de Valores de 2017, sitúa a España en la posición 14ª de los veinticinco países con datos.

De todos modos, en el total de la muestra, hasta un 75,2% está dispuesto a reconocer que, más allá de sentirse más o menos religioso, sus valores fundamentales tienen una raíz cristiana en gran o bastante medida, un juicio que abunda especialmente entre los católicos, sean practicantes (94,1%) o no (87,3%).