Osoro envía ocho comunidades en misión del Camino Neocatecumenal a las periferias madrileñas
España también tiene periferias. Físicas y existenciales, como aquellas de las que habla el Papa Francisco. Por eso, el nuevo arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, envió en la tarde del domingo en un encuentro en el que participaron 8.000 personas en la Caja Mágica de Madrid, a ocho comunidades del Camino Neocatecumenal a estas zonas, algunas conocidas como las más marginales de Madrid. Son las nuevas «Communitates in missionem», comunidades que han terminado este recorrido de educación a la fe y a petición de los párrocos acuden a otras parroquias para evangelizar a los alejados.
El encuentro estuvo guiado por el iniciador de esta realidad eclesial, extendida por todo el mundo, el español Kiko Argüello.
Estas comunidades están formadas por unas 30-60 personas y desarrollan un nuevo modelo de evangelización. Precisamente, el Papa Francisco, en su exhortación apostólica «Evangelii gaudium», afirma que es necesario «pasar de una pastoral de mera conservación a una pastoral decididamente misionera».
Pero pide además que «a través de todas sus actividades, la parroquia alienta y forma a sus miembros para que sean agentes de evangelización. Y sobre todo la parroquia tiene que pasar a ser una comunidad de comunidades».
«Son parroquias que no tienen nada, muy difíciles, en un ambiente marxista, con muchos inmigrantes», comentó el iniciador del Camino en referencia a sus nuevos destinos.
Una complicada misión a la que no temen porque «Dios nos ayudará», explica Carmen, que a partir de ahora se trasladará junto a su marido a una de estas parroquias para participar de su pastoral. Antes de que el arzobispo bendijera una a una a estas comunidades, hicieron un canto en el que el estribillo «mis puertas de par en par, me voy a todas partes», dejaba entrever la disposición de todos ellos a acudir a las periferias.
«Queridos hermanos y hermanas, ¿aceptáis ser enviados en misión?», preguntó a cada una Carlos Osoro, recibiendo de ellos un «sí» unánime.
No obstante, esta forma de evangelizar no es nueva. Ya el Papa emérito, Benedicto XVI, envió a las primeras comunidades en la Basílica de San Pedro en el Vaticano en 2009 y en Madrid fue el cardenal arzobispo Rouco Varela el que realizó el envío de 10 comunidades en 2011.
Otra parte del encuentro fue la presentación al nuevo arzobispo de la capital de las 216 comunidades de Madrid, junto con las de Getafe, Alcalá y las provenientes de ciudades como Toledo, Segovia, Ávila, Salamanca o Burgos.
El colofón lo puso la Orquesta y Coro del Camino, formada por 200 músicos, que interpretó «El Sufrimiento de los Inocentes» [aquí en el minuto 58, la versión que se presentó en Nueva York en 2013] en homenaje a todos los inocentes del mundo. Una obra que traslada al espectador hasta el momento en el que la Virgen observa cómo su Hijo es crucificado.
«Vemos a la Virgen María sometida al escándalo del sufrimiento de los inocentes en su carne y en la de su Hijo. ¡Ay, qué dolor!, canta una voz mientras una espada atraviesa su alma», explicó Argüello.
Por su parte, el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, aseguró que esta realidad eclesial cuenta con su bendición y felicitó a todos los misioneros, llamados a anunciar el amor de Cristo. En los últimos días, los neocatecumenales han recibido también el apoyo absoluto de Bergoglio. «El Camino es bendecido por el Señor y por la Iglesia, como hizo el Papa hace unos días. Yo también os bendigo porque sí sois profecía de pasar de una pastoral de mera conservación a una pastoral decicidamente misionera», afirmó.