El obispo de Castellón acusa al PP de «desleal» y lamenta sus «vaivenes del oportunismo electoral»
los vaivenes del oportunismo electoral de un partido político"
El obispo de Segorbe Castellón, Casimiro López Llorente, califica el aborto como el “crimen más execrable” y considera una “deslealtad” que el Gobierno del Partido Popular haya retirado la reforma de la ley que pretendía “limitar cuantitativamente los abortos”.
López Llorente considera que “la retirada de la reforma es un incumplimiento de la promesa electoral del Partido Popular, contenida en su programa electoral, y, por lo tanto, una deslealtad, al menos, a una gran parte de su electorado”.
“No se puede olvidar --dice López-- que la ética política obliga a los partidos a cumplir las promesas electorales por las que los ciudadanos les votaron”.
Asimismo, asegura que “la explicación de la retirada de la reforma no se sustenta; afirmar que no es sensato mantenerla porque no hay consenso, es una falta a la verdad, pues su partido tiene mayoría absoluta en el Parlamento y se ha mostrado a favor de la reforma; de otra parte, es algo que no ha aplicado a otras leyes o reformas menos importantes”.
El obispo considera que “el derecho a la vida es un valor fundamental, sobre el que se apoyan los restantes derechos humanos. No puede, por lo tanto, estar sujeto a los vaivenes del oportunismo electoral de un partido político”.
Asimismo, considera que “la retirada de la reforma supone mantener una ley que considera el aborto como un derecho de la mujer, es decir, el derecho a matar a un inocente no nacido, el crimen más execrable. Se trata de una verdadera subversión del derecho; es la ley del más fuerte”.
“Ninguna ley del aborto es buena. El aborto es un “crimen abominable”, añade. “Independientemente que una ley legitime la práctica de suprimir una vida humana no nacida, el católico no puede aceptar moralmente la práctica del aborto, so pena de apartarse gravemente de la moral cristiana”, declara.
“El católico español no puede menos que entristecerse de que se considere socialmente un triunfo el haber retirado un Proyecto de Ley que defendía al menos la vida de un ser humano, aunque pudiera nacer con algún tipo de minusvalía”, manifiesta.
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“No se puede olvidar --dice López-- que la ética política obliga a los partidos a cumplir las promesas electorales por las que los ciudadanos les votaron”.
Asimismo, asegura que “la explicación de la retirada de la reforma no se sustenta; afirmar que no es sensato mantenerla porque no hay consenso, es una falta a la verdad, pues su partido tiene mayoría absoluta en el Parlamento y se ha mostrado a favor de la reforma; de otra parte, es algo que no ha aplicado a otras leyes o reformas menos importantes”.
El obispo considera que “el derecho a la vida es un valor fundamental, sobre el que se apoyan los restantes derechos humanos. No puede, por lo tanto, estar sujeto a los vaivenes del oportunismo electoral de un partido político”.
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