Desde que es obispo auxiliar, los católicos han caído del 87 al 79% y hay 500 sacerdotes menos
José Cobo, nuevo arzobispo de Madrid, con la pérdida de fieles como reto: «No voy a innovar nada»
Segundos después de las 12:40 horas de este lunes 6 de junio se confirmaba "el secreto a voces" que circulaba desde hace días sobre los nombramientos en la Archidiócesis de Madrid. Carlos Osoro concluye su periodo al frente de la diócesis comenzado en 2014 y le sustituye José Cobo, nombrado obispo auxiliar en 2017. Su ministerio episcopal comenzará el 8 de julio con la celebración de la Santa Misa en la catedral de la Almudena.
Se trata de un nombramiento poco frecuente, pues sin haber sido previamente titular de ninguna otra diócesis, Cobo dirigirá desde hoy una de las más grandes de Europa como uno de los obispos más jóvenes en España, con 57 años: según datos de Catholic Hierarchy, en 2021 la archidiócesis de Madrid contaba con cerca de 3,4 millones de católicos sobre una población de 4,2, más de 2.500 sacerdotes y 476 parroquias.
"No voy a innovar, me subo a un tren en marcha"
"Ya podemos contar el secreto a voces. Vengo y aparezco aquí sabiendo que soy pequeño y confío en que no estoy solo. El mismo Espíritu que ha guiado al Santo Padre para hacerme esta propuesta es al que pido que me guie. Madrid es una diócesis apasionante que tiene una vida laical desbordante de movimientos, asociaciones, parroquias y comunidades vivas que sé que estarán ahí", comenzó el nuevo obispo.
A lo largo de la rueda de prensa convocada esta mañana para anunciar el nombramiento, Cobo remarcó en varias ocasiones que se sube "a un tren en marcha". "No voy a innovar nada. Es un tren que empezó en el Concilio [Vaticano II], que la diócesis ha ido rumiando con sus obispos y que nos pone ahora en un Madrid que es misión, una encrucijada, pero que es un lujo. No se trata tanto de innovar como de una reubicación o de aportar una visión de nuevos retos que van apareciendo en nuestra sociedad", expresó.
"Participación, comunión y misión"
Respecto a su hoja de ruta, introdujo que su primera medida será "escuchar" a todos aquellos que tienen una responsabilidad en la diócesis para crear equipos de trabajo y obtener conclusiones. "No habrá nada más que escucha en estos meses", remarcó en referencia a unas "conclusiones" que serán aplicadas a partir del mes de septiembre. También hizo referencia a tres palabras que "van a acompañar a toda la Iglesia" durante su periodo como obispo, "la participación, la comunión y la misión".
Carlos Osoro, José Cobo (segundo desde la derecha) y Javier Belda (derecha) con el Papa Francisco (Vatican Media).
El reto de la secularización
Nacido en Sabiote (Jaén) en 1965, Cobo se licenció en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid en 1988, año en el que entró al seminario de Madrid. Posteriormente realizó los estudios de Ciencias Morales en el Instituto Redentorista vinculado a la Universidad de Comillas y fue ordenado sacerdote el 23 de abril de 1994.
De sus experiencia pastoral destaca su nombramiento en 2015 como Vicario episcopal de la Vicaría II y miembro del Consejo presbiteral y del Consejo diocesano de pastoral, cargos que desempeñó hasta su nombramiento como obispo auxiliar de Madrid por el Papa Francisco el pasado 29 de diciembre de 2017.
En la Conferencia Episcopal Española es miembro de la Comisión Episcopal de Pastoral Social y promoción humana desde marzo de 2020. Era miembro de la Comisión Episcopal de Pastoral Social desde abril de 2018.
Uno de los principales retos del nuevo obispo será enfrentar una secularización que en la diócesis avanza a pasos agigantados. Para 2017, año en que fue nombrado obispo auxiliar, casi el 87% de la población de la diócesis se definía católica y los sacerdotes eran más de 3.000 (entre diocesanos y religiosos). Cuatro años después, las cifras se habían reducido al 79% de católicos y a algo más de 2.500 sacerdotes.
"Lo más difícil" para Osoro
Tras diez años al frente de la diócesis, el cardenal Carlos Osoro ha celebrado el nombramiento del nuevo obispo, al que ha agradecido "todo su trabajo y empeño por ayudar a la diócesis" como auxiliar. "Me quedo con todo de él. Ha sido una persona que me ha ayudado como vicario episcopal, como rector del seminario… damos gracias a Dios por su generosidad y por ponerse al servicio de esta diócesis que le vio nacer, crecer y que le dio el ministerio sacerdotal", expresó el obispo saliente.
Preguntado por una mirada en retrospectiva sobre una década como arzobispo de Madrid, Osoro dio "gracias a Dios" por "la historia que ha hecho el Señor" en su vida y confió en "no haber guardado nada" para sí mismo como obispo titular. "He gastado lo que sabía y lo que tenía en los lugares donde el Señor me ha pedido que esté", incidió en referencia a otros lugares donde ha ejercido como obispo, como en Orense, Oviedo, Santander o Valencia.
En su balance tampoco faltaron palabras de autocrítica. "¿Lo más difícil? No haber sido fiel en algunas ocasiones en que el Señor me lo pedía. Lo más difícil ha sido mi propia vida, no vivir con la hondura, la densidad y la fuerza que el Señor me pedía. Aunque puedo decir que no tengo conciencia de haber guardado absolutamente nada para mí"?, expresó un Osoro emocionado que anunció que se retirará a vivir cerca del Palacio Real de Madrid. "Rezaré, confesaré si alguien quiere y descansaré un poco. Y escribiré, si puedo", concluyó.