De Getafe a los pueblos de Cádiz y La Coruña
Jóvenes dedican la Semana Santa a ayudar a sacerdotes saturados
"En casa siempre estaría la televisión o los amigos y las cañas esperándome cuando saliera de los oficios". Para una fiesta diferente, lo mejor es salir a ayudar, dicen.
Numerosos jóvenes estos días de Semana Santa quieren gastar sus horas entregándose a la Iglesia y a los hombres, renunciando a sus vacaciones y viajando a diferentes puntos de España para ayudar a sacerdotes que tienen varias parroquias a su cargo. Cuatro jóvenes de Madrid y Getafe nos explican lo que les mueve.
Toni Barber, 24 años, Villanueva de la Cañada (Madrid)
"Me voy esta Semana Santa a Cádiz con varios amigos, respondiendo a la llamada que la Diócesis de Cádiz ha hecho a la Diócesis de Getafe, pidiendo que los jóvenes vengan a ayudar a los sacerdotes. Junto al cura de mi parroquia y algunos jóvenes y consagradas vamos a echar una mano a un sacerdote que tiene varios pueblos, preparando los oficios, animando a los niños a venir a misa. Y también vamos a ejercer de misioneros, yendo por las casas para hablar a la gente del misterio tan grande que se celebra esta semana santa. Sé por experiencia que volcarme en los demás estos días, me ayudará mucho a centrarme en la Pasión de Cristo".
Ignacio González, 18 años, de Pelayos de la Presa (Madrid, Getafe)
"Un sacerdote amigo mío me pidió que le acompañara a celebrar la Pascua en Ortigueiras, A Coruña, y decidí irme con él porque me pareció que sería una buena forma de prepararme para este verano, porque me voy de misiones a Chile. Ya he celebrado la Pascua en este pueblo hace tres años, y tengo ganas de encontrarme con los jóvenes que conocí en aquella ocasión. Creo que voy a vivir la Semana Santa con mucha alegría y entrega."
Carmen Desmonts, 25 años, Cuatro Vientos (Madrid)
"Siempre he vivido estas fechas con la familia, unos días dedicados al ocio. Pero este año me voy de Pascua con un sacerdote diocesano de Getafe que me lo propuso con la intención de que pudiera vivir de manera más intensa la Semana Santa. De esta forma podré acercarme más a la Virgen y a su Hijo. Estoy renunciando a cosas, como estar con mis hermanos y mi madre o descansar, pero sé que vale la pena. Ayudaremos a un sacerdote que tiene 90 años y que está enfermo. Este hombre lleva tres pueblos en Galicia y estaremos junto a él organizando los oficios. Además en uno de los pueblos queremos pasar tiempo con los jóvenes y hablarles de Dios"
Raúl Benítez, 31 años, Getafe (Madrid, Getafe)
"Una de las mejores Pascuas que viví fue hace 7 años, cuando me fui a Soria con las consagradas de la Fraternidad Seglar en el Corazón de Cristo a Soria. Allí nos encargábamos de ayudar con la liturgia de la Semana Santa a los sacerdotes de la zona, que estaban hasta arriba de trabajo. Preparábamos las iglesias, invitábamos a la gente a los oficios y yo me encargaba también de montar juegos con los niños en las plazas de los pueblos".
"Uno de los momentos más bonitos de esa Pascua fue cuando nos dirigimos a un pueblo diminuto que se encontraba en la cima de una montaña. Allí la gente llevaba sin celebrar la Pascua de Resurrección bastantes años porque el sacerdote no podía acercarse hasta ese lugar. Así que prepararmos una liturgia de la palabra muy sencilla y las personas que acudieron quedaron muy agradecidas y emocionadas por poder celebrar de alguna forma el Domingo de Resurreción".
"Decidí irme de Pascua porque sabía que si me quedaba en casa no la viviría de la misma manera, porque en casa siempre estaría la televisión o los amigos y las cañas esperándome cuando saliera de los oficios. Yéndome a celebrar estos días con las consagradas sabía que iba a cuidar cada detalle y así fue, me centró mucho".