«Evangelizar no es espontáneo, requiere técnica», dice Andrea Brugnoli, de Centinelas de la Mañana

Decía Juan Pablo II que la Nueva Evangelización consiste en "nuevo ardor, nueva expresión y nuevos métodos". El proyecto italiano Sentinelle del Mattino (Centinelas de la Mañana, www.sentinelledelmattino.org ) lo tiene asumido y quizá sea la iniciativa que más ha sistematizado los nuevos métodos. Eso sí, la primacía la dan siempre a la gratuidad y libertad que viene del Espíritu Santo. Entrevistamos a su iniciador, el padre Andrea Brugnoli, en el exitoso congreso de Nueva Evangelización de Manresa (7-8 de enero de 2012).

- ¿Cómo nació Centinelas de la Mañana?
- En 1997 yo trabajaba en la Santa Sede, pero me sentí llamado por Dios a evangelizar por las calles. Lo hablé con mi obispo, el de Verona, y me dio permiso.

- ¿Y qué le ha aportado esta experiencia?
- Para mí y para muchos sacerdotes, esta evangelización activa es como un despertar. Evangelizar así renueva la belleza de ser cura. En la nueva evangelización no pierdes tiempo haciendo tantas cosas inútiles, vas a la clave, a anunciar a Jesús.

- ¿Qué dimensiones tiene Centinelas de la Mañana hoy?
- Tiene presencia en 40 diócesis italianas, grandes y pequeñas, urbanas y rurales. Para empezar el proyecto solo se necesitan jóvenes que quieran evangelizar. Nuestra experiencia es que lo inician jóvenes laicos, de 20 a 35 años, y que los sacerdotes se apuntan después, cuando ven los frutos y la ilusión de los chicos.

- Hay quien dice que evangelizar no es cosa de métodos, que basta con el buen ejemplo personal y confiar en el Espíritu Santo.
- Si quieres ser un gran pianista necesitas tener una técnica perfeccionada y así serás libre para expresar luego tus sentimientos, los de la obra, etc... Con la evangelización pasa lo mismo: cuanta más técnica tengas, más puedes poner al servicio del Espíritu Santo. La técnica es buena: nos ayuda a dejar intervenir a Dios.

- ¿Y la espontaneidad?
- La evangelización no es algo espontáneo, requiere saber hacerlo. Tener un método como el nuestro te ayuda y te hace cobrar conciencia de que ¡tú puedes! El joven que aplica alguno de nuestros métodos cobra conciencia de que puede y debe evangelizar, y le coge el gusto, así que lo hará luego, con su estilo y sus palabras, en su vida cotidiana, en la universidad, la familia, con los amigos...

- ¿Hay que salir a las calles?
- Para evangelizar hay que trabajar dos cosas: el "in" y el "out", es decir, el salir afuera a anunciar el Evangelio y el saber acoger. No tiene sentido salir a la calle a dar kerigma si nuestro grupo o parroquia no está preparada para acoger y recibir a los nuevos conversos o personas que se interesan. Después de un primer anuncio de Cristo y el evangelio, puede ser que alguien alejado de la fe quiera acercarse a la Iglesia. Es alguien que ya ha tenido un encuentro con Dios, pero aún no con la Iglesia. Necesita que un evangelizador le acompañe, le apadrine.

- ¿Cómo resuelven esa acogida los Centinelas de la Mañana?
- Tenemos un método llamado "La barca", que es básicamente un grupo de jóvenes acogedores, de su edad y nivel, que reciben a estas personas que vienen de la calle, de la increencia, y que aún no puedes enviar directamente a misa o a Acción Católica o a la vida parroquial plena. Es gente que no conoce ni las canciones de misa, ni a los parroquianos, que no se sentiría acogida si va sola a misa. Se llama "La barca" porque Jesús no solo pescaba en barca: ¡también llevaba los peces a la orilla!

- ¿Qué tienen en común los métodos de nueva evangelización?
- Todos los nuevos métodos evangelizadores buscan dejar que el Espíritu Santo sea el que tiene el protagonismo: Él es el verdadero evangelizador. Son métodos que parten del anuncio del kerigma, es decir, el anuncio de que Dios te ama personalmente, que te salva y te perdona y te transforma. No tenemos que dar por supuesto que nuestros parroquianos hayan recibido el kerygma. Pero tampoco podemos usar esos métodos sin libertad. Por ejemplo, creo que no podemos decir "si no haces Curso Alpha no bautizo a tus hijos", por ejemplo. Creo que no funcionan con aquellos que solo vienen buscando sacramentos. Hay que ofrecerlos a quien viene a la parroquia para sacramentos, pero la obligatoriedad creo que no funciona.

- ¿Quién es un buen evangelizador?
- El igual evangeliza al igual: los niños a los niños, los ancianos a los ancianos, los casados a los casados. Tener esa gente con deseo misionero va antes que cualquier método.

- ¿Hay que ser muy explícito, hablar de Jesús enseguida?
- Si en la Iglesia intentamos imitar al mundo, la gente, los jóvenes, no nos escucharán. Hemos de ser muy distintos del mundo, muy explícitos con Jesús. Cuando las personas ven que un joven les habla de Jesús se preguntan: ¿y éste, por qué cree? Y quizá empiezan a dialogar. Cuando nuestros chicos salen a la calle tienen miedo, claro, pero lo hacen por obediencia a Jesús, que lo pide. Pablo VI en Evangelium Nuntiandii ya decía que dar un buen testimonio de vida, sin anunciar explícitamente a Jesús, no es suficiente. El nombre de Jesús es eficaz.

- Los Centinelas usan también el método de "células de evangelización"...
- Sí, el método de las células tiene mucho éxito en todas las edades. Es un grupo pequeño de gente que evangeliza en su ambiente, suma más miembros invitando amigos y conocidos, y cuando ha crecido se divide creando otra célula. En Italia está extendiéndose bastante y nosotros lo usamos. Evangelizar es algo que debemos hacer todos, aunque no todos salgamos a la calle.

- ¿Centinelas es un movimiento?
- No. Jurídicamente somos solo un proyecto, un conjunto de métodos que funcionan y ofrecemos a todo el mundo. A mí nadie me llama fundador ni hay nadie citando mis frases ni comentando mis libros... Yo enseño el método, me voy y los jóvenes de ese grupo o diócesis lo hacen. No tenemos red ni estructura de movimiento. No tenemos una espiritualidad propia. El método lo conoce Benedicto XVI, porque el arzobispo Fisichella se lo explicó en persona.

Los métodos de Centinelas de la Mañana

1 - Luz en la noche (explicado aquí): una forma de hacer un primer anuncio o evangelización a alejados, con exposición al Santísimo en una iglesia abierta de noche y parejas de jóvenes evangelizadores invitando a los viandantes desocupados a acudir a encontrarse con Jesús un rato.

2- Cursos Alpha (explicado aquí): método de primer anuncio para alejados o tibios, con cenas y grupos pequeños de debate guiado, en 10 semanas y un encuentro de fin de semana.

3- Misiones en la playa: incluye bailes, coreografías y juegos en la playa, para atraer la simpatía de la gente desocupada en verano, en zonas turísticas. Luego se invita a las personas a asistir a "Una luz en la noche" u otra actividad. A veces se han usado "iglesias hinchables" como capilla playera nocturna, que atraen al paseante junto al mar a hacer un alto y rezar.

4- La barca: método de "segundo paso" para acoger y empezar a formar personas que han recibido el kerigma, han tenido una primera experiencia de Dios y Cristo, pero no están acostumbrados a la Iglesia, "sus cosas" y sus ritmos...

5- Happy Hour (explicado aquí) diseñado para "los alejados más alejados"; un local "fashionísimo" pone muy buena música, se invita a los viandantes de zonas de ocio a pasar un rato. Hacen amistades con los evangelizadores. En cierto momento, para la música y se pone un video con kerigma de un par de minutos. Los asistentes luego pueden comentarlo con sus recientes amistades, que son jóvenes misioneros de Centinelas.

6- Células de evangelización parroquial: método de organización de grupos pequeños que nació en las iglesias pentecostales coreanas y fue adoptado y adaptado por un párroco católico de EEUU y luego consolidado en Sant Eustorgio, Milán. Sirve para todas las edades. En una reunión de célula se reza por sus miembros, se alaba y canta a Dios, se imparte algo de formación, se habla de como invitar a amigos y conocidos a sumarse y se reza por esos conocidos. Cuando gana muchos miembros, se divide, para mantenerse grupos pequeños.

7- Café teológico: charlas de teología, apologética, bioética o historia de la Iglesia en un entorno agradable, con café y pastitas y un turno de preguntas muy cuidado (por escrito), respondiendo dudas pero evitando la discusión acalorada.