En un artículo en La Razón
El cardenal Rouco destaca la «condición de cristiano, nunca negada» de Manuel Fraga
De ella, dice, «hizo una base perdurable tanto en sus aspectos públicos como personales».
"De su condición de cristiano, nunca negada, Don Manuel Fraga hizo una base perdurable tanto en sus aspectos públicos como personales". Así se ha referido el arzobispo de Madrid, cardenal Antonio María Rouco Varela sobre el líder político fallecido este domingo.
El purpurado gallego, y años atrás arzobispo de Santiago, recuerda que fueron muchas las veces que ambos conversaron "de las grandes cuestiones morales y espirituales, del hombre, de la vida, cuestiones vistas desde la perspectiva española, universal o desde Galicia".
"Con cierta gracia se hablaba en Galicia de la misa del domingo de Fraga: ninguna ocupación podía impedírsela. Lo cierto es que fue un paisano que estuvo cerca de la vida del pueblo y de su parroquia" continúa Rouco en un artículo aparecido este martes en el diario La Razón.
Sobre el Camino de Santiago, Rouco subraya que para el presidente fundador del Partido Popular se trataba "no sólo una recuperación cultural y económica para Galicia, sino una forma de ayudar a la recuperación espiritual de las generaciones jóvenes".
"Hoy recuerdo con cariño la Jornada Mundial de la Juventud de 1989 en Santiago en la que él participó, dos meses antes de que él ganase las elecciones con mayoría absoluta", concluye el cardenal.
El purpurado gallego, y años atrás arzobispo de Santiago, recuerda que fueron muchas las veces que ambos conversaron "de las grandes cuestiones morales y espirituales, del hombre, de la vida, cuestiones vistas desde la perspectiva española, universal o desde Galicia".
"Con cierta gracia se hablaba en Galicia de la misa del domingo de Fraga: ninguna ocupación podía impedírsela. Lo cierto es que fue un paisano que estuvo cerca de la vida del pueblo y de su parroquia" continúa Rouco en un artículo aparecido este martes en el diario La Razón.
Sobre el Camino de Santiago, Rouco subraya que para el presidente fundador del Partido Popular se trataba "no sólo una recuperación cultural y económica para Galicia, sino una forma de ayudar a la recuperación espiritual de las generaciones jóvenes".
"Hoy recuerdo con cariño la Jornada Mundial de la Juventud de 1989 en Santiago en la que él participó, dos meses antes de que él ganase las elecciones con mayoría absoluta", concluye el cardenal.
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