Acto de desagravio en Navarra
«Nadie por mucho que lo pretenda, podrá destruir a Dios»
Con motivo de la decapitación de la imagen del Sagrado Corazón de la parroquia de Peralta.
La parroquia de San Juan Evangelista de Peralta se quedó pequeña para acoger a los cientos de personas que acudieron al acto de desagravio organizado por Javier Leoz, párroco de la localidad, con motivo de los hechos vandálicos ocurridos la madrugada del pasado domingo 11 de diciembre, en los que un grupo de personas forzaron la entrada de la iglesia y decapitaron la talla del Sagrado Corazón. Peralta entera se encontraba consternada con lo sucedido, esperando encontrar rápido a las personas que han realizado estos actos vandálicos.
El acto de reparación, que fue presidido por el párroco Javier Leoz, quien estuvo acompañado por los párrocos de Carcastillo, Funes, Aibar y Marcilla y sacerdotes del convento de los Agustinos Recoletos, comenzó con la lectura de una carta escrita por Mons. Francisco Pérez, quien no pudo acudir al acto por encontrarse fuera. "Nadie por mucho que lo pretenda podrá "destruir a Dios" aunque Él haya tenido que pasar por la muerte tan ignominiosa de la muerte en Cruz. Cristo ha Resucitado y ha vencido a la muerte y al pecado puesto que dio su vida en rescate por toda la humanidad. También la ha dado por aquellos que han cometido tal sacrilegio destrozando la imagen del Corazón de Jesús. Él sigue vivo y seguirá vivo por siempre. Os ruego, queridos fieles de Peralta, que demostréis, con vuestro amor y perdón, que la vida en Cristo nada ni nadie la podrá destruir y arrebatar" señalaba la carta del Señor Arzobispo.
También el párroco Javier Leoz quiso dirigir unas palabras a los allí reunidos antes de terminar el acto. "Gracias por vuestra oración y por tantas muestras de cercanía. Es fácil decapitar una imagen ... pero muy difícil cortar aquello que ella representa y que nosotros llevamos tallada en el corazón: La fe de nuestros padres en Cristo" concluyó Javier Leoz.
La talla, datada de finales del siglo XIX, estuvo expuesta durante todo el día para que fuera visitada por los peralteses, antes de trasladarla a Pamplona donde será restaurada. Los gastos de la restauración correrán a cargo de la parroquia, pese a que el Ayuntamiento de la localidad se prestó a pagar los gastos.
El acto de reparación, que fue presidido por el párroco Javier Leoz, quien estuvo acompañado por los párrocos de Carcastillo, Funes, Aibar y Marcilla y sacerdotes del convento de los Agustinos Recoletos, comenzó con la lectura de una carta escrita por Mons. Francisco Pérez, quien no pudo acudir al acto por encontrarse fuera. "Nadie por mucho que lo pretenda podrá "destruir a Dios" aunque Él haya tenido que pasar por la muerte tan ignominiosa de la muerte en Cruz. Cristo ha Resucitado y ha vencido a la muerte y al pecado puesto que dio su vida en rescate por toda la humanidad. También la ha dado por aquellos que han cometido tal sacrilegio destrozando la imagen del Corazón de Jesús. Él sigue vivo y seguirá vivo por siempre. Os ruego, queridos fieles de Peralta, que demostréis, con vuestro amor y perdón, que la vida en Cristo nada ni nadie la podrá destruir y arrebatar" señalaba la carta del Señor Arzobispo.
También el párroco Javier Leoz quiso dirigir unas palabras a los allí reunidos antes de terminar el acto. "Gracias por vuestra oración y por tantas muestras de cercanía. Es fácil decapitar una imagen ... pero muy difícil cortar aquello que ella representa y que nosotros llevamos tallada en el corazón: La fe de nuestros padres en Cristo" concluyó Javier Leoz.
La talla, datada de finales del siglo XIX, estuvo expuesta durante todo el día para que fuera visitada por los peralteses, antes de trasladarla a Pamplona donde será restaurada. Los gastos de la restauración correrán a cargo de la parroquia, pese a que el Ayuntamiento de la localidad se prestó a pagar los gastos.
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