El militante del PSC-PSOE Josep Maria Carbonell
Un destacado político socialista presidirá la Fundación diocesana Joan Maragall de Barcelona
No se le conoce ninguna declaración pública crítica con las leyes que se han aprobado por iniciativa socialista y que entran en conflicto con el Magisterio.
La Fundación Joan Maragall, una institución diocesana del Arzobispado de Barcelona, ha nombrado como presidente a un conocido responsable socialista. Se trata del militante del PSC-PSOE Josep Maria Carbonell, de 54 años.
Carbonell fue durante diez años, entre 1985 y 1995, jefe de Gabinete del Presidente de la Diputación de Barcelona, organismo que siempre ha sido una instancia socialista. Ese período estuvo pues al frente de un cargo de confianza gracias a su pertenencia al PSC.
En 1995 fue promovido como diputado para el Parlamento de Cataluña, cargo que ostentó a lo largo de tres legislaturas hasta el año 2004, es decir diez años. Tras su etapa en el hemiciclo, fue nombrado por el Gobierno tripartito presidente del Consejo del Audiovisual de Cataluña (CAC) en el año 2004. Ese cargo lo ostentaría hasta enero de 2009.
Por lo tanto, Carbonell ha estado vinculada a cargos políticos del partido socialista durante 25 años, desde que con 28 años asumió un cargo público en 1985 en la Diputación hasta el 2009. Prácticamente toda su vida activa laboral ha estado vinculado al partido socialista.
Además, Carbonell fue durante un periodo de tiempo de ocho años (1992-2000) miembro del Consejo de Administración de Caixa Catalunya. Esta entidad es la caja catalana de mayor control político debido a que está controlada por la Diputación de Barcelona y ha tenido como presidente al socialista catalán Narcís Serra desde que dejó de ser vicepresidente del Gobierno.
¿En consonancia con la Iglesia católica?
Es cierto que Carbonell ha sido siempre miembro de la Fundación Joan Maragall, pero también es cierto que no se le conoce ninguna declaración pública que haya resultado crítica con las leyes que tanto en Cataluña como en Madrid se han aprobado por iniciativa socialista y que entran en conflicto con el Magisterio católico. Con algunas de esas leyes la Iglesia ha manifestado el más absoluto desacuerdo.
Por lo tanto, se trata de una persona que se ha mantenido fiel a la línea del partido y, en este sentido, hay que pensar que pertenece a un perfil que responde más a un socialista en la Iglesia que a un católico en el Partido Socialista.
Esta actitud de Carbonell, contrasta profundamente, por ejemplo, con la de la ex diputada, ex senadora, ex dirigente y ex miembro del Consejo Federal del PSOE Mercedes Aroz. Aroz tuvo por oposición a sus principios católicos el valor de renunciar a su cargo de senadora y después, incluso, de abandonar el partido del que ella había sido fundadora.
La deriva del Arzobispado de Barcelona
El Arzobispado de Barcelona sorprende una vez más con el tipo de criterios que utiliza en sus nombramientos internos.
Se pueden diferenciar, en este sentido, dos facetas muy diferenciadas que imprime a su gobierno de la diócesis el Arzobispado: la de la proyección hacia Roma, consistente en invitar continuamente a personas de la curia romana a la capital catalana; y la de la actuación interna, en la que incurre en nombramientos internos sorprendentes.
Además, en esa actuación interna continúan pendientes problemas básicos como son la desaparición de la clase de Religión en la escuela pública, el tipo de clase de Religión católica que se imparte en algunos de los centros concertados (por ejemplo, el hecho de que hayan dos profesoras de Religión lesbianas y casadas ilustra esta poca atención), el retardo en tomar decisiones sobre los hospitales que practican abortos y en los que hay presencia católica en los consejos de administración, y el reducido número de vocaciones sacerdotales de la diócesis, aunque este no es un tema achacable únicamente a esta diócesis sino que tiene un alcance más general. A esto cabe sumarle la gran desunión y fraccionamiento que hay en el sí de la diócesis. Todo ello muestra un fuerte contraste entre lo que se quiere mostrar y la realidad cotidiana.
Carbonell fue durante diez años, entre 1985 y 1995, jefe de Gabinete del Presidente de la Diputación de Barcelona, organismo que siempre ha sido una instancia socialista. Ese período estuvo pues al frente de un cargo de confianza gracias a su pertenencia al PSC.
En 1995 fue promovido como diputado para el Parlamento de Cataluña, cargo que ostentó a lo largo de tres legislaturas hasta el año 2004, es decir diez años. Tras su etapa en el hemiciclo, fue nombrado por el Gobierno tripartito presidente del Consejo del Audiovisual de Cataluña (CAC) en el año 2004. Ese cargo lo ostentaría hasta enero de 2009.
Por lo tanto, Carbonell ha estado vinculada a cargos políticos del partido socialista durante 25 años, desde que con 28 años asumió un cargo público en 1985 en la Diputación hasta el 2009. Prácticamente toda su vida activa laboral ha estado vinculado al partido socialista.
Además, Carbonell fue durante un periodo de tiempo de ocho años (1992-2000) miembro del Consejo de Administración de Caixa Catalunya. Esta entidad es la caja catalana de mayor control político debido a que está controlada por la Diputación de Barcelona y ha tenido como presidente al socialista catalán Narcís Serra desde que dejó de ser vicepresidente del Gobierno.
¿En consonancia con la Iglesia católica?
Es cierto que Carbonell ha sido siempre miembro de la Fundación Joan Maragall, pero también es cierto que no se le conoce ninguna declaración pública que haya resultado crítica con las leyes que tanto en Cataluña como en Madrid se han aprobado por iniciativa socialista y que entran en conflicto con el Magisterio católico. Con algunas de esas leyes la Iglesia ha manifestado el más absoluto desacuerdo.
Por lo tanto, se trata de una persona que se ha mantenido fiel a la línea del partido y, en este sentido, hay que pensar que pertenece a un perfil que responde más a un socialista en la Iglesia que a un católico en el Partido Socialista.
Esta actitud de Carbonell, contrasta profundamente, por ejemplo, con la de la ex diputada, ex senadora, ex dirigente y ex miembro del Consejo Federal del PSOE Mercedes Aroz. Aroz tuvo por oposición a sus principios católicos el valor de renunciar a su cargo de senadora y después, incluso, de abandonar el partido del que ella había sido fundadora.
La deriva del Arzobispado de Barcelona
El Arzobispado de Barcelona sorprende una vez más con el tipo de criterios que utiliza en sus nombramientos internos.
Se pueden diferenciar, en este sentido, dos facetas muy diferenciadas que imprime a su gobierno de la diócesis el Arzobispado: la de la proyección hacia Roma, consistente en invitar continuamente a personas de la curia romana a la capital catalana; y la de la actuación interna, en la que incurre en nombramientos internos sorprendentes.
Además, en esa actuación interna continúan pendientes problemas básicos como son la desaparición de la clase de Religión en la escuela pública, el tipo de clase de Religión católica que se imparte en algunos de los centros concertados (por ejemplo, el hecho de que hayan dos profesoras de Religión lesbianas y casadas ilustra esta poca atención), el retardo en tomar decisiones sobre los hospitales que practican abortos y en los que hay presencia católica en los consejos de administración, y el reducido número de vocaciones sacerdotales de la diócesis, aunque este no es un tema achacable únicamente a esta diócesis sino que tiene un alcance más general. A esto cabe sumarle la gran desunión y fraccionamiento que hay en el sí de la diócesis. Todo ello muestra un fuerte contraste entre lo que se quiere mostrar y la realidad cotidiana.
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