Se conserva en Toledo desde el siglo XVI
Una Sábana Santa, a examen
Un equipo de expertos químicos, biólogos e historiadores se ha propuesto desentrañar el misterio de una copia de la Sábana Santa custodiada desde el siglo XVI por las monjas del convento de clausura de Santo Domingo el Real de Toledo y que este sábado se expone al público en el Palacio de Benacazón.
La copia de la Sábana Santa, custodiada por las monjas del convento de clausura de Santo Domingo el Real de Toledo, será estudiada por un equipo de expertos químicos, biólogos e historiadores. El académico de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, Roberto Jiménez Silva ha destacado que esta es la primera vez que la copia -realizada en una pieza de seda de color marfil de cinco metros- se exhibe al público, que está respondiendo muy bien con sus visitas, ha dicho.
La copia de la Síndone de Turín se conserva en una pequeña caja de madera rectangular y este sábado, por primera vez, se ha colocado en una urna de cristal desde la que se muestra la tela con la impresión de una figura humana, posiblemente pintada.
Ahora, un equipo de químicos, biólogos e historiadores van a hacer un estudio pormenorizado porque, como ha dicho Jiménez Silva, "no sabemos nada de la pieza: como llegó al convento, quién la donó y en qué época; ni aspectos de la propia tela o si hay algún rasgo biológico".
La tela también se va a restaurar y, una vez que se concluya el estudio, que será publicado, se ha acordado con las monjas dominicas que cada Semana Santa se exhiba al público en el convento, y será, de esta forma, un "tesoro más de Toledo", ha destacado Jiménez Silva.
Por su parte, el médico forense Alfonso Sánchez Hermosilla, quien esta tarde impartirá una conferencia sobre los "Nuevos descubrimientos científicos relacionados con la Sábana Santa", ha explicado a los periodistas que esta mañana ha tenido oportunidad de analizar la copia por el microscopio durante media hora. Pero, ha añadido, sólo ha sido un análisis somero en el que no ha detectado rastros de sangre ni fluidos biológicos y, al parecer, la impresión se hizo con pintura, con una técnica aguada.
La copia del convento de Santo Domingo el Real tiene "mucho valor", porque antes de que apareciera la fotografía esta era la única manera de saber como era la Síndone de Turín, ha señalado Sánchez Hermosilla.
También permite comprobar qué daños ha ido acumulando el Santo Sudario a lo largo de la historia, como las quemaduras que sufrió en un incendio en el convento de las clarisas de Chambéry (Francia), ha explicado el médico forense, quien ha determinado que esta copia se hizo con posterioridad al fuego, porque están pintadas esas señales.
Respecto a la Sábana Santa que se guarda en Turín y es una de las reliquias de la cristiandad más veneradas, ha dicho que no hay ninguna hipótesis "plenamente satisfactoria" de cómo se pudo realizar la impresión en el sudario con el que supuestamente se envolvió el cuerpo de Jesucristo tras ser crucificado.
Las pruebas de carbono 14, ha explicado, tienen un 30 por ciento de error y se precisa que la concentración de carbono 14 en la atmósfera sea constante durante cientos o miles de años, "cosa que no ocurre". Además, ha añadido, se supone que esa muestra biológica no ha sufrido ningún tipo de contaminación y eso tampoco ocurre porque la Sábana Santa ha sido manipulada a lo largo de los siglos, ha sido tocada por millones de personas y usada como reliquia.
La tela de fibra vegetal, asimismo, permite que penetre la suciedad y la contaminación, por eso el método del carbono 14 "donde más falla es en el material textil", y el Santo Sudario es de lino, ha afirmado el médico forense.